La conclusión, según los relatos de los participantes en las conversaciones, es que no hay riesgo de desabastecimiento.

Sin embargo, las distribuidoras e importadoras más pequeñas --- principalmente en el Nordeste y las que abastecen a las estaciones de "bandera blanca" --- están siendo severamente afectadas por no poder competir con los precios adoptados por Petrobras.

Algunas empresas, según estas fuentes, incluso corren el riesgo de sobrevivir. En el caso de los mayores, la pérdida inmediata sería absorbida por otras operaciones.

La semana pasada, CNN reveló fallas puntuales en el suministro de diesel en el país en al menos diez estados --- informe confirmado por los gremios de distribuidores locales.

La Asociación Brasileña de Importadores de Combustibles (Abicom) atribuyó la falta de diésel S-10, fundamental en el transporte por carretera, a la política de precios de la estatal.

Encuesta de Abicom muestra diferencias entre el precio del mercado local y el mercado internacional que superan el 20% por más de 80 días, lo que hace inviable la importación de otros jugadores además de la estatal.

Hoy, la Federación Única de Trabajadores del Petróleo (FUP) publicó una nota en la que atribuye las fallas en el suministro a un "ataque especulativo" de las distribuidoras más pequeñas.

Según la FUP, las distribuidoras estarían formando acciones y reteniendo el producto para venderlo más caro cuando Petrobras eventualmente suba los precios.

FUP está cerca del presidente de Petrobras, Jean Paul Prates.

El directorio de Petrobras se reúne mañana y se espera alguna posición de la estatal sobre los precios del diesel y la gasolina --- eventualmente incluso un reajuste en los valores practicados internamente.

En una nota sobre el riesgo de desabastecimiento, Petrobras informó que "no ha reducido su suministro de diésel y que está cumpliendo con todos sus contratos con las distribuidoras".

Fuente: CNN