El viaje internacional del ministro marca la entrega del mando de Energía del G20
El etanol brasileño quiere conquistar mercados en Asia y África y posicionarse como una alternativa a la electrificación en economías emergentes con características similares a las de Brasil.

Esta semana, el Ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira (PSD), viajó a India con una delegación que incluye empresarios del sector en busca de nuevos negocios en el área de biocombustibles.

La atención se centra en la exportación de tecnologías de etanol y vehículos híbridos flexibles.

Silveira participó el miércoles (19/7) del seminario Movilidad Sostenible: Ethanol Talks, encuentro que es un desarrollo de los acuerdos de intercambio firmados entre Brasil e India en 2020.

El país asiático es un prometedor aliado de los sectores automovilístico sucroalcoholero y flex-fuel en el choque con los vehículos eléctricos, los mimados de las mayores economías del mundo.

En los últimos años, la tendencia de la electrificación aceleró la disputa por las rutas de descarbonización del transporte, y el sector bioenergético nacional se viene articulando desde la administración del expresidente Jair Bolsonaro (PL) para evitar aislar a Brasil de las cadenas productivas globales.

A partir de la cooperación bilateral firmada en 2020, India comenzó a discutir la posibilidad de duplicar la mezcla de etanol en gasolina al 20% (E20), también con el fin de reducir su dependencia externa del petróleo. Hasta febrero de 2023, 15 ciudades comenzaron a usar E20.

Un importante centro de refinación mundial, el país del sur de Asia es el tercer mayor importador de petróleo, con compras de alrededor de 4 millones de barriles por día; y el segundo mayor productor de caña de azúcar, solo superado por Brasil.

El aumento del porcentaje de mezcla (E20) en el combustible que consumen los indios le da al gobierno de Lula una ventana de oportunidad para cubrir una demanda latente en el país: la insuficiente flota de vehículos flex-fuel.

“India se ha convertido en un socio gigante y hoy camina junto a Brasil en la difusión de la producción y uso de bioenergía. Todavía tenemos mucho por hacer para la descarbonización del sector transporte”, comentó Silveira este miércoles (19/7), durante el seminario.

El ministro celebró la unión de los sectores manufacturero y automotriz de la India para avanzar en la agenda del etanol, que, en su opinión, proporciona "movilidad sostenible con bajas emisiones de carbono a un costo asequible".

El viaje internacional del ministro marca también el traspaso del mando energético del G20. El mandato de India al frente del grupo termina en noviembre, es decir, Brasil asumirá el rol a partir del 1 de diciembre de este año.

Oportunidad de aprovechar el protagonismo brasileño y, además de la cooperación política internacional relacionada con la descarbonización, impulsar la venta de autos flex-fuel y modelos híbridos flex-fuel en mercados con potencial de consumo.

En busca de alianzas con EE.UU.

Este jueves (20/7), Silveira se reunió con la secretaria estadounidense Jennifer Granholm, quien también se encuentra en India para participar en el G20 de energía. El ministro realizó una presentación sobre las acciones del MME en materia de transición energética.

“Brasil tiene mucha desigualdad y este proceso de transición energética puede ayudar, además de resolver el problema de la descarbonización del planeta, a ayudar a nuestro país a traer justicia social. Estados Unidos es un socio muy importante en asuntos estratégicos, en la preservación del medio ambiente del planeta, y esa contribución puede dar frutos para el pueblo brasileño”, destacó.

Los esfuerzos para descarbonizar la Amazonía y el proyecto de ley Combustible del Futuro fueron algunos de los temas abordados durante la reunión. También se mencionó el mercado del hidrógeno, que carece de un marco regulatorio en Brasil, además de la cooperación en el área de captura y almacenamiento de carbono.

Descarbonización de la Amazonía

Durante el evento del miércoles (19/7), Silveira presentó el programa de descarbonización de la Amazonía, cuyo lanzamiento está previsto para el 10 de agosto.

Esta nueva política pública tiene como objetivo reducir el uso de gasóleo en la producción de energía en localidades aisladas de la Amazonía, que hoy dependen de centrales térmicas. Se sustituirá el consumo de combustibles fósiles por energía solar y biodiesel, reduciendo la emisión de gases contaminantes.

“Lanzaremos, en la Amazonía, uno de los programas de descarbonización más grandes del planeta. El norte de Brasil consume R$ 12 mil millones por año de gasóleo para operar sistemas aislados en la Amazonía. Haremos una transición de este sistema aislado a energías limpias y renovables, dando al planeta una señal clara de nuestros esfuerzos en esta dirección. Estos son programas que demuestran nuestro compromiso absoluto con el mundo”, dijo.

Fuente: epbr