A pesar de la recuperación de la jornada, en medio de noticias de la industria, la materia prima registró su tercera semana consecutiva de pérdidas, ante los temores sobre la demanda futura, dada la pérdida de aliento económico global.
El crudo WTI para noviembre cerró con una suba del 0,13 % ($0,11) a $84,76 el barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), y el Brent para el mismo mes avanzó un 0,56 % (US$0,51), a US$91,35 el barril, en la Intercontinental Exchange ( HIELO).
En la comparativa semanal, el WTI cayó un 2,34% y el Brent un 1,60%.
El petróleo incluso cayó al comienzo de la sesión, extendiendo las fuertes pérdidas del jueves (15).
La perspectiva de tasas de interés más altas en todo el mundo, ante la inflación persistente, confirmada hoy en la zona euro, por ejemplo, tiende a ser negativa para el crecimiento y, en consecuencia, para la demanda de la materia prima.
Commerzbank valora en un informe que los riesgos para el petróleo continúan a la baja, pero también dice que podría haber "un respiro" en este mercado, sin que la Reserva Federal (Fed, el banco central estadounidense) o China adopten medidas especialmente duras y con el endurecimiento monetario en EE.UU. ya incorporado a los precios de los activos.
El banco cree que el Brent estará cerca de los US$ 95 el barril en el corto plazo, lo que evitaría que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+) recorte su producción.
El viernes, la recuperación de los precios fue modesta, con un aterrizaje impulsivo.
En Europa, el gobierno alemán dijo en un comunicado que había tomado el control de los activos de la petrolera rusa Rosneft Oil en el país, como parte de los esfuerzos para asegurar el suministro de energía ante las constantes amenazas de cortes de suministro rusos.
También en el noticiero diario, Baker Hughes informó que la cantidad de pozos y plataformas petroleras en operación en Estados Unidos creció ocho en la semana, a 599.
Reuters ya informó, de fuentes, que Arabia Saudita y Rusia, líderes de facto de la OPEP+, ven US$ 100 por barril como un precio justo, pero no necesariamente actuarán para defender esa marca.
Fuente: O Estado de S. Paulo