El acuerdo prevé la construcción de dos plantas dedicadas a la producción de combustible y una estación de servicio vehicular para autobuses que circulan en Cidade Universitária en São Paulo
Shell Brasil, Raízen, Hytron, Universidad de São Paulo (USP) y Senai CETIQT firmaron un acuerdo de cooperación para el desarrollo de al menos dos plantas para obtener hidrógeno renovable a partir de etanol. La sociedad se enfoca en validar la tecnología para producir un volumen de 5 kg/h de H2, y luego aumentarlo a 44,5 kg/h.

Con inicio de operaciones previsto para 2023, la iniciativa surge como una solución baja en carbono para el transporte pesado, incluidos camiones y autobuses, además de otros segmentos como el logístico. Según las partes, el proyecto financiado en aproximadamente R$ 50 millones por Shell Brasil, a través de la cláusula de I+D de la ANP, será la primera central de etanol H2 de Brasil y del mundo.

El acuerdo también incluye una estación de servicio de vehículos (HRS - Estación de Servicio de Hidrógeno) en el campus de la USP en São Paulo. Uno de los buses utilizados por estudiantes y visitantes dejará de usar diesel y motores tradicionales de combustión interna para pasar a utilizar el nuevo insumo, además de motores equipados con celdas de combustible (Fuel Cell).

El biocombustible será suministrado por Raízen y la tecnología desarrollada y fabricada por Hytron, que actualmente pertenece al grupo alemán Neuman & Esser Group (Grupo NEA) de Shell Brasil.

“Nos emociona ver que un proyecto que comenzó como un sueño de los estudiantes dentro de la universidad ahora se convierte en una solución de alto impacto para la transición energética”, dice Marcelo Veneroso, CEO de Hytron.

En la situación actual, el hidrógeno se utiliza predominantemente en la industria química y se obtiene a partir del gas natural en unidades industriales cercanas a las refinerías. A futuro, se espera introducir la molécula proveniente de la energía eólica y solar, vislumbrando así un papel importante para la descarbonización de diversos sectores industriales y de transporte pesado.

Sin embargo, los desafíos radican en la factibilidad financiera y logística, siendo el transporte de este producto un tema complejo. Básicamente, el tema es la compresión o licuefacción para el almacenamiento en cilindros o camiones, aumentando los costos.

Además, la USP se convertirá en un importante laboratorio de investigación en el campo de las energías renovables y el desarrollo sostenible. Entre los focos está la factibilidad energética de extraer H2 del etanol y otros insumos, además de su uso en buses circulares y si las soluciones encontradas pueden ser trasladadas a las ciudades.

Fuente: Canal Energia