La medida se deriva de la aprobación, por parte del Congreso Nacional, de la Ley Complementaria 192/2022, que unificó la tasa y además estableció una nueva forma de cobro, la denominada ad rem, es decir, fija y por unidad de medida. Hasta entonces, el ICMS se cobraba bajo el modelo ad valorem, es decir, un porcentaje del precio final del combustible. Así, cada vez que había un reajuste, también aumentaba el impuesto estatal. La gasolina continúa con el mismo modelo de cobro, ad valorem, pero con la base de cálculo congelada hasta el 30 de junio. Lo mismo ocurre con el etanol anhidro (que se mezcla con gasolina) y el gas de cocina.
En una nota, Comsefaz señaló que llegaron a un modelo de cálculo para evitar un aumento de la carga tributaria con base en la sugerencia contenida en la Ley Complementaria. Este modelo engloba las subvenciones a los Estados en los que la recaudación aumentaría como consecuencia del cambio de modelo de incidencia.
“El Acuerdo contiene en un anexo un subsidio de ajuste de nivelación de carga cuya repercusión no excederá la recaudación vigente para el Estado, a partir del parámetro del congelamiento de noviembre. Por ejemplo, el estado de Sergipe aplicará un subsidio de ajuste de R$ 0,0945 a la tarifa uniforme, lo que, en la práctica, resultará en un cobro de R$ 0,9115 por litro de S10 para el estado, o sea, el mismo contexto tributario vigente hoy”, dijo Comsefaz, en una nota.
Fuente: Poder 360