La bonanza del precio del petróleo empezó desde el 2010 y concluyó el 2014, en cuyo año empezó la desaceleración de la economía nacional.
La nacionalización ha sido calificada como un fracaso y ahora el presidente Luis Arce apunta a enterrarla; por lo tanto, se requiere una nueva norma para atraer e incentivar la inversión privada, de lo contrario el país se acerca al déficit energético, según expertos en el tema. Las autoridades nacionales anunciaron inversión de casi 800 millones de dólares para esta gestión, pero se destina más recursos a la explotación.

La baja producción de gas natural y la declinación de los megacampos alerta al sector hidrocarburífero, situación que ya se venía desde la gestión de Evo Morales, ya que las exploraciones no colmaron las expectativas, claro ejemplo es Boyuy X2, en Tarija.

El pozo exploratorio Boyuy X-2 ubicado en el departamento de Tarija, es actualmente el más profundo de Sudamérica, con una perforación de 8.000 metros. Pero fue declarado como “no comercial”, en vista de que no será productivo, truncando las expectativas del Gobierno que en marzo anunciaba el hallazgo de “un mar de gas”, se informó en 2019.

Otro fracaso registró Lliquimuni, en el norte de La Paz, que también dio negativo en reservas de gas y petróleo; continúa las exploraciones en zonas tradicionales y en los pozos que habían perforado en la década del 90.

Fuente El Diario

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