Entre tantas diferencias que la política hacia América Latina del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene con la de su antecesor Donald Trump, asoma una semejanza: la migración es prioridad.
El objetivo de EE.UU. sigue siendo reducir el flujo irregular de personas que entran al país; Trump lo intentó con amenazas y medidas severas, Biden promete abordar las causas de la emigración en Centroamérica, como la pobreza, la violencia o la corrupción.
Pero algunos analistas observan que Washington carece todavía de una estrategia más amplia hacia su vecindario del sur, que incluya iniciativas económicas, comerciales o incluso sanitarias ante la pandemia de covid-19.
En este contexto, Richard Feinberg, un profesor de política económica internacional en la Universidad de California San Diego, lanza una idea audaz: que EE.UU. incluya a los países de la cuenca del Caribe en su plan económico doméstico.
Fuente El Deber
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