Aduce que la coyuntura económica y la pandemia hacen inviable cualquier aumento de los costos laborales y que no hay un argumento técnico para exigir un incremento salarial
El 24 de marzo fue elegido presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz (Fepsc) por el periodo 2021-2023. Cree que la unidad es clave para superar la crisis y analiza con prudencia las proyecciones estatales.

_¿Asume la presidencia de la Fepsc en una coyuntura de crisis sanitaria y económica, ¿Cuáles son los desafíos en su agenda de trabajo? El primer reto es reactivar la economía con una gran apuesta por la salud. Es importante asegurar que toda la población acceda a inmunizarse porque sin vacuna no habrá reactivación. El segundo pilar es armar un plan de trabajo de reactivación económica real con las 21 instituciones que integran la Federación y que han planteado soluciones técnicas a los problemas que hoy afrontan. Tenemos propuestas para incentivar al sector turismo y al gastronómico, que para sobrevivir en pandemia ha migrado a una plataforma digital para impulsar sus ventas. En tanto que el sector agroindustrial exportador busca la liberación de sus exportaciones para generar mejores días y divisas para el país y el sector de la carne, cuyo potencial exportable es alto.

_En 2020 inició la pandemia por Covid-19, ¿cuáles son las cicatrices que dejó en el tejido empresarial cruceño? La más dolorosa, el fallecimiento de personas, colegas, emprendedores y grandes empresarios. Bolivia venía con un ritmo de decrecimiento en 2019 y que, en 2020, como todas las economías del mundo, se acentuó con la pandemia. La última cifra publicada por el INE y el Ministerio de Economía y Finanzas reflejan un crecimiento del 4%, que no es suficiente para recuperar lo perdido en 2020 (alrededor del 11% de la pérdida del PIB). Hemos tenido caídas en las exportaciones, muchas empresas en situación de colapso porque no han podido recuperarse ni abrir debido a la pandemia y un crecimiento del mercado informal que supera el 70%.

_Se advierte un divorcio del Gobierno con el sector empresarial del país, ¿usted buscará un acercamiento y, de ser así, qué temas sugerirá para encaminar la reactivación económica? Un país que busca desarrollo, progreso y productividad no puede dejar de lado la inversión privada. Debemos subsanar esas diferencias técnicas y privilegiar el diálogo y el consenso para llegar a medidas que puedan ser efectivas. Vamos a proponer un acuerdo tripartito -sector público, privado y los actores de la economía de la sociedad- porque necesitamos trabajar por la salud, salvar el empleo que hoy se está perdiendo a un ritmo muy acelerado y tenemos que reactivar la economía. Debemos hablar de productividad, biotecnología, acceso y financiamiento e impulso fiscal a los sectores con capacidad rápida de respuesta.

_¿El ministerio de Economía y Finanzas Públicas afirma que la inversión pública ha empezado a encender el motor de la demanda interna y reducir la brecha del desempleo en el país, ¿usted comparte ese criterio? Las cifras son duras 400.000 desocupados. En el programa fiscal la tasa de desempleo ronda el 9% y cuando hablamos de cifras nos olvidamos que detrás de ese porcentaje hay personas y familias que no llegan a cubrir los alimentos de la canasta básica. El programa fiscal se ha olvidado de la inversión privada y de programas de incentivo a las empresas para que sigan invirtiendo para mantener el empleo.

Fuente El Deber

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