El miércoles (24), el Directorio de Petrobras aprobó la venta de la Refinería Landulpho Alves, en Bahía, y sus activos logísticos asociados a Mubadala Capital por US $ 1,65 mil millones (cerca de R $ 9,1 mil millones). La refinería será la primera de las ocho que están en proceso de venta para que se firme el contrato.
La venta de Landulpho Alves es parte del compromiso firmado por Petrobras con el Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) para la apertura del sector de refino en Brasil.

Tras la venta de las ocho refinerías, Petrobras se mantendrá con una capacidad de refinación de 1,15 millones de barriles por día (bpd), con un enfoque en producir combustibles más eficientes y sostenibles. Para ello, Petrobras invertirá en tecnologías para hacer que las refinerías sean doblemente resilientes, tanto desde el punto de vista ambiental como económico. La proyección es duplicar, en cinco años, el suministro en estas refinerías de diésel S-10, de menor emisión, y con costos cada vez más competitivos.

El presidente de Petrobras, Roberto Castello Branco, destacó la importancia de la operación. “Hoy es un día muy feliz para Petrobras y Brasil. Es el comienzo del fin de un monopolio en una economía que todavía tiene monopolios en diversas actividades. La desinversión de la Refinería Landulpho Alves contribuye a la mejora de la asignación de capital, la reducción del endeudamiento aún alto y a iniciar un proceso de reducción de los riesgos de intervenciones políticas en el precio de los combustibles, que tantas pérdidas causaron a Petrobras y a la economía brasileña. "

Castello Branco señaló que la empresa no está innovando, porque desde hace más de una década, las grandes petroleras privadas del mundo se ven enajenando una parte importante de su capacidad de refino, en la búsqueda de maximizar el retorno de su capital. "La transacción sin duda satisface los mejores intereses de los accionistas de Petrobras y Brasil", dijo.

Garantía de empleo

Según Petrobras, ningún empleado de la empresa será despedido con la transferencia del control de la refinería al nuevo propietario.

Los empleados que decidan quedarse pueden optar por trasladarse a otras áreas de la empresa. También existe la posibilidad de unirse a un programa de baja voluntaria, con un paquete de beneficios.

Según la compañía, los procesos de desinversión se han llevado a cabo con transparencia y respeto por los empleados. La empresa informa que da a conocer interna y externamente las principales etapas del proceso y brinda todo el apoyo a los profesionales involucrados.

Fuente: Agencia Brasil