El representante de Cabildo Abierto en el Directorio de UTE, Enrique Pées Boz, tiene diferencias con la manera en que está planteado el negocio. En diálogo con El Observador, explicó que el precio promedio de producción tomando en cuenta la energía eólica y la energía hidráulica es de alrededor de US$ 55 MWh o US$ 60 MWh.
Uno de los clientes que tiene Uruguay es Argentina. Según el jerarca de UTE, cuando se le vende a Argentina hay “un protocolo no escrito, pero que se aplica hace años” por el que la vecina orilla no paga más de US$ 28 MWh. Ese nivel de precios es el que pautó las operaciones durante la mayor parte del tiempo en 2020, a excepción de unas pocas semanas en que se vendió a precio de térmica, unos US$ 140 MWh.
“UTE no pierde, porque la diferencia la mete en la tarifa. ¿Quién paga la diferencia? Juan Pueblo. Juan Pueblo tiene que saber que cada vez que hacés una exportación te ponés contento porque esa energía no se perdió. Pero cuando haces el análisis en profundidad, te das cuenta que ya sea el ciudadano común o el empresario, está subsidiando al ciudadano común y al empresario argentino, porque le estás produciendo a una cifra muy elevada respecto a lo que el otro te paga. Con la estrategia de sacarte de arriba una cantidad de energía sobrante hoy se está subsidiando a las empresas y los ciudadanos argentinos. Aplausos”, ironizó Pées Boz.
En 2020, Uruguay vendió energía a Argentina de forma ininterrumpida durante todos los meses del año por un total de 709.800 MWh. Casi el 70% de esa energía se colocó a valores de entre US$ 10 MWh y US$ 23 MWh, según datos del último reporte divulgados por la Dirección Nacional de Energía. El restante 30% se concentró en julio a precios de US$ 27 MWh y US$ 164 MWh.
El director de UTE también es crítico respecto a las condiciones vigentes para poder vender excedentes a Brasil. “¿Sabés lo que costó la conversora esa? ¿Sabés lo que estamos pagando por canon? No alcanza con la conversora. Para que la energía entre y circule por Brasil te cobran un canon. Entonces, estés o no vendiendo, generalmente no estás vendiendo, tenés que paga por las líneas brasileras. Es perder y perder por todos lados. Primero no le vendés nada a Brasil y, segundo, te mandaste unas inversiones machazas con la conversora y las líneas brasileñas para no vender”, cuestionó Pées Boz. En 2020 las ventas a Brasil totalizaron 438.600 MWh. La mayor parte de esa exportación fue entre octubre y diciembre a precios de entre US$ 90 y US$ 180 MWh.
La estación conversora de Melo fue inaugurada en 2016. La obra integró dos líneas de extra alta tensión: una de 282 km de longitud, desde San Carlos a Melo en 500 kV, y otra de 128 km desde la conversora hasta la planta de Candiota, en Brasil, en 525 kV. La estación permite la conexión entre las redes de ambos países, que operan en frecuencias diferentes (50 y 60 Hz)
La inversión realizada en la interconexión fue de U$S 410 millones. Este monto está compuesto por la estación conversora (U$S 180 millones), líneas de trasmisión (U$S 130 millones), más un canon que Uruguay paga por 15 años por el uso de las instalaciones en territorio brasileño (U$S 100 millones), había informado UTE en su página web. “Es todo a pérdida. Me canso de pedir las evaluaciones socioeconómicas de esos proyectos y no me dan uno. La impresión que uno tiene es que era al grito de la tribuna”, añadió el jerarca.
La semana pasada en entrevista con El Observador, Pées Boz cuestionó la forma en que se dio el cambio de la matriz eléctrica en la última década y la cantidad de energía renovable incorporada. También mencionó que más de la mitad de la producción está en manos de privados con contratos a 20 y 30 años, a los cuales UTE debe comprar toda la energía generada aunque no se utilice.
Fuente: El Observador