En los dos últimos años, el mercado de valores recibió el impacto de la incertidumbre política en el país y la pandemia por el Covid-19. Los resultados del 2020 muestran un repunte, aunque menor que en 2018, por la negociación con bonos del TGN, DPF y cuotas de participación de fondos cerrados. Ahora que el mercado es electrónico se espera que más empresas, grandes y pequeñas, se financien a través de este mercado que exige formalidad y transparencia.
_¿Cómo cerraron las operaciones en 2020? La Bolsa Boliviana de Valores (BBV) registró un crecimiento del 12% en comparación con el 2019, alcanzando un monto de $us 13.326 millones en total. En 2018, se negociaron un total de $us17.210 millones, un 34,45% más con respecto a 2017.En el mercado primario (en el que las empresas emiten valores por primera vez) las operaciones registraron un incremento del 54% con respecto a 2019, alcanzando los $us 1.085 millones.
Y las operaciones en mercado secundario (las operaciones que realizan las Agencias de Bolsa de negociación y cambio de propiedad de valores previamente emitidos como DPF, valores públicos, bonos empresariales, valores de titularización y pagarés bursátiles) registraron un incremento del 9% con respecto a la anterior gestión, alcanzando los $us 12.231 millones.
El monto de nuevas emisiones de valores inscritos en Bolsa creció de $us 1.608 millones registrados en 2019, a $us 1.646 millones en 2020. Recordamos que toda empresa que quiere obtener recursos del mercado de valores debe contactar con una de las 12 Agencias de Bolsa para estructurar y colocar una emisión.
_¿Cuál fue el aporte del mercado electrónico al mercado de valores en la pandemia? El 2020 fue una gestión muy retadora para el mundo entero, y la BBV asumió grandes desafíos. Nos pusimos al nivel de las bolsas de la región con la implementación de la negociación electrónica para la totalidad de las operaciones que se realizan en el mercado nacional con el sistema de Bolsa Electrónica Smart BBV.
Esto permitió que el mercado esté abierto, funcionando de una manera equitativa y ordenada, manteniendo la transparencia y el acceso de los inversionistas a su dinero sin ningún problema, mientras todo nuestro personal trabaja desde sus casas.
Fuente El Deber
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