En la crisis institucional de EPM, por la renuncia del gerente, Álvaro Guillermo Rendón, se sumaría otra arandela, y tendría que ver con un nuevo aplazamiento en la entrada en operación de Hidroituango.
Portafolio pudo establecer que en cuestión de días el conglomerado anunciaría otro retraso adicional, de uno a dos años, en la entrada de la megaobra. Es decir que el proyecto comenzaría a entregar energía eléctrica al país a partir del 2023.

Actualmente, personal de EPM elabora un documento en el que explicarán con argumentos técnicos y jurídicos, la razones por los cuales Hidroituango presentaría el nuevo retraso, y que tendría que ver con la falta de sincronización de los tiempos entre el remate del proyecto, y las condiciones ambientales y sociales que deben atender, estas últimas como pre-requisito.

Para los técnicos del conglomerado son tres las razones por las cuales Hidroituango no entraría en el 2022, sino en el mejor de los escenarios en el 2023.

La primera tiene que ver con el avance real de las obras para su cierre al 100% del proyecto, las cuales están prácticamente suspendidas a la fecha, hasta que no se cumpla previamente el listado de requisitos que ordenó la Anla para validar el permiso ambiental.

Aquí, el mayor obstáculo está relacionado con el estudio geotécnico que debe aportar tanto el consorcio CCC como EPM a la citada entidad en el que se demuestre la estabilidad geológica de la montaña donde se encuentra el tercer túnel auxiliar, o Galería Auxiliar de Desviación (GAD), lugar donde se presentó el taponamiento que generó la crisis en el 2018.

En el segundo renglón de razones, tanto el conglomerado como el consorcio constructor tienen que dejar solucionado el tema de la acción popular interpuesta por la Procuraduría contra el megaproyecto y que está radicado en el Tribunal Administrativo de Cundinamarca.

Este diario pudo establecer con fuentes de EPM que, la citada acción popular tiene a su haber 25 requerimientos dictados por el juez, los cuales tampoco se cumplirían dentro de las fechas programadas.

Y la tercera, y ultima razón que expondrán los técnicos, tiene que ver con el mercado y las obligaciones de energía firme que adquirió el proyecto en la subasta del cargo por confiabilidad de 2019.

Al no poderlas cumplir por el retraso mismo de Hidroituango, estas se deben reconfigurar, y optarán por hacerlo en el periodo del fenómeno de ‘La Niña’, a esperar que llegue ‘El Niño’ y les resulte más costoso.

CAMBIO EN LA SOCIEDAD CAMARGO CORREA

La actual administración de EPM dejó en claro que la constructora Camargo Correa, que hace parte del consorcio CCC del proyecto Hidroituango, sí informó a la anterior administración sobre la modificación de la misma sociedad, y procedieron a elevar la solicitud para su aprobación.

Sin embargo, con la contingencia el tema pasó a un segundo plano, y EPM no estudio o aprobó esta escisión societaria. Pero el tema quedó resuelto el lunes pasado al firmarse un acuerdo entre las dos empresas para resolver el tema de fondo.

Fuente: Portafolio