Según informaron en un comunicado, este compromiso surge en respuesta a un informe de las dos organizaciones en el que se denunció que los bancos europeos habían financiado con 10.000 millones de dólares la exportación de crudo desde las llamadas Cuencas Sagradas de la Amazonía ecuatoriana hacia Estados Unidos.
Es la primera vez que bancos comerciales de alcance global han detenido la financiación de actividades extractivas en la Amazonía, destacaron estas organizaciones.
Según ellas, los tres bancos fueron responsables de más del 50 % de la financiación del comercio de petróleo amazónico, y si se suma a UBS, Natixis y Rabobank, este porcentaje ascendería al 85 %.
Su informe señala que aunque las entidades financieras adquieren compromisos corporativos de sostenibilidad, también comercializan petróleo amazónico que contribuye al cambio climático y tiene impacto directo en los pueblos indígenas.
«Durante demasiado tiempo, la industria petrolera ha causado estragos en nuestros pueblos, violado nuestros derechos, talado nuestros bosques, ocupado nuestros territorios y creado un caos climático que está llevando al colapso de la Amazonía», denunció el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía ecuatoriana (CONFENIAE), Marlon Vargas.
«Hacemos un llamado a todos los demás bancos para que dejen de financiar la extracción de petróleo y el comercio del crudo amazónico, y, en su lugar, inviertan en alternativas económicas sostenibles para nuestros países y comunidades», añadió.
Las Cuencas Sagradas de la Amazonía es uno de los ecosistemas con mayor biodiversidad del planeta, en el que viven más de medio millón de indígenas de 20 nacionalidades, incluidos pueblos que viven en aislamiento voluntario en sus tierras ancestrales.
Fuente: El Mercurio