Tras revaluar ofertas para compra de gasoíl, a pedido de la DNCP luego de una protesta, Petropar tuvo que anular el contrato a Glencore de US$ 23,6 millones. Le reemplazará Vitol, en tanto que otra proveedora será Trafigura.
Las tres empresas oferentes de capital extranjero son “eternas” proveedoras de Petropar y conocidas en el rubro de los combustibles. En este caso, la estatal había contratado para la provisión simultánea de gasoíl “tipo c” a las compañías Trafigura Pte Ltd (Singapur) representada por Nicolas Simian, por US$ 35,4 millones (máximo de 120.000 m³, que es el 60% de la provisión total), y a Glencore International AG (Suiza) cuyo representante es Santiago Sánchez, por US$ 23,6 millones (máximo de 80.000 m³ que es el otro 40%). Pero tuvo que cancelar el contrato por el volumen más pequeño, revaluar las ofertas y adjudicar finalmente ese lote al grupo suizo Vitol SA (Carlos Mersan), que impugnó la adjudicación a Glencore y alegó tener mejor oferta (US$ 295,700 versus US$ 295,755 por metro cúbico).

La oferta más bajá presentó Trafigura, US$ 295,650/m³, por eso se quedó con el lote principal. Como se trata de provisión simultánea, el segundo lote se le otorga a la empresa que presenta la segunda menor oferta, pero se le pide igualar el precio más bajo. En este caso, descalificaron a la segunda propuesta por causas no sustanciales y sin pedir aclaración y adjudicaron a la tercera. Al menos eso fue lo corroborado por la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) tras su investigación, que terminó en la cancelación del contrato y orden de revaluar las ofertas.

Ejecutaron parte del contrato que después se anuló

Ahora, tras la reevaluación y un pedido de aclaraciones, finalmente la adjudicación del segundo lote pasó a manos de Vitol, según confirmó ayer a ABC el director de la Unidad de Contrataciones (UOC) de Petropar, Rodrigo Irala. Pero no se le dio el 40% del volumen total, sino solo 30% (un poco más de US$ 21 millones y 72.000 metros cúbicos), pues Petropar ya ejecutó 8.000 m² con Glencore.

Irala argumentó que la compra de esos 8.000 m³ que eran parte del contrato posteriormente cancelado se concretó antes de la intervención de la DNCP y que fue por la urgente necesidad de provisión del diésel. “Eso se comunicó y fue autorizado por Contrataciones”, alegó el funcionario.

Fuente: ABC