Esta fue vez Solar Impulse Foundation la que distinguió al proyecto de generación, particularmente por el papel que jugó en esto el sistema de control de la planta, siendo seleccionada por su aporte a la protección del medio ambiente, además de ser un referente para la adopción de estas soluciones tecnológicas a gran escala y para las políticas energéticas.
La metodología de evaluación de las soluciones presentadas por los candidatos consideraron cinco criterios fundamentales: factibilidad técnica de la solución, escalabilidad, impacto ambiental, capacidad de entregar beneficio económico a los consumidores y rentabilidad a los inversionistas. Además, la metodología considera la evaluación de cada solución por parte de 3 expertos independientes y es auditada por Ernst & Young (EY) de acuerdo a un estricto protocolo.
Solución
Es así como el parque solar fotovoltaico Luz del Norte sometió el sistema de control que le permite entregar servicios complementarios al proceso de evaluación de Solar Impulse y fue seleccionado como una de las 1.000 soluciones rentables que pueden proteger el medio ambiente.
“Esta es la primera solución de Chile que recibe está distinción y una de las pocas de Latinoamérica”, señala Gabriel Ortiz, Asset manager de First Solar, sobre este reconocimiento. “Ser los primeros en Chile con esta distinción y uno de los pocos de Latinoamérica es algo que nos debe enorgullecer a todos, estamos muy contentos con este reconocimiento”, indicó.
“Por otra parte, nos gustaría que hubiese más proyectos innovadores de Chile con estas características, somos número uno en atracción de capitales según el Climatescope de Bloomberg Energy Finance, pero ¿Dónde se está quedando el conocimiento? esto es algo que debemos reflexionar si realmente queremos liderar en energías renovables. Basta con ver el mapa con las otras soluciones ganadoras para identificar donde están los conocimientos”, agregó.
Respecto del impacto que tiene esta innovación, el ejecutivo comentó: “Una central fotovoltaica, al igual que los sistemas de almacenamiento en baterías, son sistemas totalmente eléctricos, estáticos y digitales, y si a este sistema le superponemos un sistema de control avanzado, como el de Luz del Norte, lo que obtienes es una central fotovoltaica “inteligente” con una capacidad superior a las centrales convencionales para regular la frecuencia y la tensión del sistema eléctrico, es decir, es un sistema mucho más confiable para entregar energía y mantener la seguridad del sistema que lo que tenemos hoy en día”.
A su juicio, el hecho de que una central fotovoltaica pueda entregar servicios complementarios al sistema eléctrico “significa que las centrales termoeléctricas e hidroeléctricas pueden dejar de hacerlo, lo que nos permite evitar emisiones de CO2 y ahorrar agua en tiempos de mega sequía”.
“Con esta distinción vemos nuevamente que una organización internacional reconoce el valor de entregar servicios complementarios a partir de las centrales fotovoltaicas, esta es otra señal para las autoridades locales sobre dónde deben poner el foco. Un país como Chile, con mucho potencial solar, debería enfocar sus políticas energéticas y su desarrollo tecnológico en maximizar el aprovechamiento de la electrónica de potencia y los sistemas de control”, sentenció Ortiz.
Fuente: EI