El Gobierno da lo primeros pasos para cumplir una de sus principales promesas electorales: suspender, de forma temporal, el pago de la deuda externa. Este lunes el canciller Rogelio Mayta propuso que la Unión Europea ejecute un programa que permita suspender los compromisos de países en desarrollo por dos años.
Incluso la propuesta de la autoridad va más allá y plante que el organismo internacional pueda crear un fondo de créditos financiado por donantes.
La deuda externa de Bolivia se quintuplicó en 12 años al pasar de 2.208 millones de dólares, en 2007, a 11.268 millones de dólares en 2019, según un reporte elaborado por la Fundación Jubileo con datos del Banco Central de Bolivia.
Fuente: El Deber
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