el desarrollo de energías renovables no convencionales, la transición hacia la electromovilidad y la transformación en desarrollo de la renta hidroeléctrica.
“La cuestión energética en el Paraguay ocupa un lugar central en cualquier proyecto de desarrollo”, comenzó diciendo Silvia Morimoto, representante del PNUD en el Paraguay, durante la presentación del informe que apunta a ser un marco de referencia en la formulación de las políticas públicas del país.
El acceso universal a energía sostenible y limpia es una de las metas más ambiciosas para el país, según la representante del PNUD. Tres hidroeléctricas impulsan la economía paraguaya y ofrecen la oportunidad de promover la equidad y el desarrollo sostenible a través de políticas socioeconómicas que contribuyan al empoderamiento de las personas, sobre todo de los jóvenes y las mujeres.
Morimoto indicó que el Paraguay tiene muchas ventajas naturales en materia de energía y que ha dado importantes avances de desarrollo en los últimos años. Desde el 2017 forma parte de los países con un alto índice de desarrollo humano, sin embargo, su gran reto es atender la falta de equidad. “Pese a tener la segunda hidroeléctrica más grande del mundo, un tercio de la población depende de leña para cocinar”, mencionó.
Achim Steiner, administrador del PNUD; el ministro Hugo Cáceres, de la Unidad de Gestión de la Presidencia; y el canciller nacional José Antonio Dos Santos también dejaron sus mensajes en este encuentro destacando la importancia del informe como un marco de referencia fundamental para desarrollar políticas públicas.
“Este documento nos ayudará a crear planes energéticos más integrales y equitativos En el área social nos ayudará a generar políticas públicas para garantizar la protección social y promover la inserción laboral, especialmente de las mujeres y los jóvenes”, destacó el ministro Cáceres.
El canciller, por su parte, señaló que hay voluntad y compromiso del Gobierno en el desarrollo energético. “El Ministerio de Relaciones Exteriores, en alianza con otras instituciones y sectores de la sociedad, ha asumido el reto de contribuir a la transformación del sector energético mediante la participación en distintas negociaciones y en la elaboración de estrategias que se proponen fortalecer la capacidad de aprovechamiento de la energía y sus réditos”.
Más desarrollo humano, menos desigualdades
El informe presentado se estructura sobre la base de las triples transiciones: social, económica y energética que, junto al enfoque de desarrollo humano —clave para el PNUD—, conforman un eje estratégico a la hora de formular las políticas públicas de un país. En el documento, otros tres ejes son centrales ante los desafíos que el Paraguay debe enfrentar: la energía y la equidad; las políticas sectoriales y las políticas de Estado.
Una propuesta para promover la equidad es la reformulación de la tarifa social con apoyo a los microemprendimientos productivos. En materia de políticas sectoriales se plantea la construcción de pequeñas centrales hidroeléctricas, el desarrollo de energías renovables no convencionales (en especial la energía solar), la transición hacia la electromovilidad del transporte público y el desarrollo de políticas específicas para las mipymes.
En cuanto a políticas de Estado, el informe propone la creación de un Ministerio de Energía, hacer efectiva la Política Energética Nacional 2040 y transformar en desarrollo la renta hidroeléctrica de la tarifa actual del costo de la electricidad mediante la creación de un banco de desarrollo que promueva la infraestructura, la salud y la educación, entre otros puntos.
Cabe destacar que varias instituciones contribuyeron a la elaboración del informe que llevó más de dos años de trabajo.
Fuente: AIP