Las obras en los dos estados permitirán el cierre de 18 plantas termoeléctricas hasta el 2025, que actualmente abastecen a residentes de ubicaciones remotas.
Los proyectos que ya están en marcha aumentarán las líneas de distribución de energía en aproximadamente 1.271 km, llegando a más de 200 mil clientes. En Rondônia, a finales de año se cerrarán tres plantas que funcionan con gasoil (Alvorada do Oeste, Costa Marques y São Francisco). Con las inversiones, Energisa “trae infraestructura nueva y de calidad para atender a la población y generar empleo”, dice el director general, André Theobald.
La transición a una matriz de energía limpia en los dos estados supondrá un ahorro de R $ 668 millones anuales en el consumo de diésel y una reducción de 190 millones de litros quemados, contribuyendo a la preservación del bioma amazónico.
El Norte del País es la región que concentra la mayor cantidad de sistemas aislados, los cuales no están conectados al Sistema Nacional Integrado, una red de transmisión de energía que pasa por todos los estados brasileños. Sin esta conexión, estas ubicaciones terminan dependiendo de los generadores diésel; además de ser más costosos, este equipo es más contaminante.
“Buscamos desarrollar proyectos que mejoren la calidad de vida de las personas, aportando bienestar a todos y aportando beneficios a las localidades”, dice José Adriano Mendes Silva, director general de Energisa Acre. Universalizar el acceso a un servicio básico y contribuir al desarrollo sostenible de la Amazonía son algunos de los principales valores de la empresa, explica. Aproximadamente el 20% de los clientes del Norte tienen un perfil de ingresos bajos. Además, en la región existen cientos de comunidades ubicadas en zonas de difícil acceso.
INVERSIONES EN ACRE Y RONDÔNIA
En Rondônia, principal destino de las inversiones de la compañía, se construirán 21 nuevas subestaciones hasta 2022 y se renovarán otras 50 ya existentes. Hasta el momento, se han entregado nueve subestaciones nuevas y otras tres estarán terminadas a finales de este año. En total, la ampliación de las líneas alcanzó a 58 mil personas, entre ellas 19 mil no tenían acceso a energía y otras 38 mil la recibieron por conexiones irregulares.
En Acre, se entregarán un total de 7 subestaciones para 2025. Las subestaciones de Alto Alegre y Epitaciolândia están en operación desde el año pasado y otras dos, Assis Brasil y Manoel Urbano, están listas para fines de año.
En el Estado se ubica uno de los ejemplos de la importancia del compromiso de Energisa con el acceso universal a la electricidad. Junto a la frontera con Perú y en medio de la Selva Amazónica, se ubica Vila Restauração, una reserva extractiva en Alto do Juruá de difícil acceso. Para llegar a la comunidad, donde viven unas 750 personas, se necesitan 8 horas en bote. Actualmente, los residentes reciben solo 4 horas de energía por día de un generador diesel.
Vila Restauração es una de las regiones a las que llegarán los proyectos de ampliación de la red de distribución de energía. En 2020, los técnicos fueron a la comunidad para evaluar y encontrar formas de llevar electricidad limpia las 24 horas del día a los residentes.
Fuente: Power 360