La empresa Explora, que tiene su planta en Puerto General San Martín, Santa Fe, invirtió más de US$5 millones en una nueva tecnología para transformar desechos cloacales en biodiésel.
Ya produjo así 12.000 toneladas de aceite residual desacidificado que se exportaron a Gran Bretaña, Holanda, España, Bulgaria y Brasil. Esto se usa como biocombustible avanzado como insumo para aplicaciones de especialidad química y como materia prima para producción de biodiesel de segunda generación.
«Desde nuestra compañía desarrollamos la tecnología para aprovechar energéticamente la materia grasa de elevada acidez recuperable de los barros cloacales. Es algo totalmente nuevo y disruptivo, que requiere un compromiso mixto, público y privado, para completar los procesos que lleven al aprovechamiento de los efluentes cloacales para producir biocombustibles avanzados y disminuir los costos de los tratamientos de los desechos», dijo Axel Boerr, vicepresidente de Explora.
Según informó la compañía, se vinculó con AySA para conseguir la materia prima necesaria y realizó la primera inversión al montar un laboratorio que logró convertir grasa recuperada de efluentes cloacales en biodiésel de máxima calidad.
El proceso, denominado Raupe (Renewable Advanced Unique Premium Energy), contó con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación y se articuló junto a la Universidad Nacional de General Sarmiento para trabajar de manera conjunta una de las tres etapas del proyecto.
«Nosotros les propusimos a las autoridades aprovechar los efluentes cloacales para generar divisas por la exportación del biocombustible que se genere y, al mismo tiempo, que se reduzcan los costos para el tratamiento de esos desechos. Además, todo el proceso reduce hasta un 90 por ciento de emisiones GEI (gases de efecto invernadero)», agregó Boerr.
Fuente: La Nación