instalaciones de expendio y transportistas, ha sido mayor al del año pasado, en que se ubicó en 8% del gas distribuido en todo el país. Con ello, las pérdidas que ha dejado esta actividad ilícita para la industria establecida superan en más de 16% a las de la caída por la demanda derivada de la contingencia del Covid-19.
En conferencia de prensa, Carlos Serrano, director ejecutivo de Amexgas, explicó que en promedio, la demanda de este combustible utilizado por 80% de los hogares mexicanos es de 750,000 toneladas mensuales, que a un precio promedio de 18 pesos por kilogramo, implica ingresos por 13,500 millones de pesos al mes, o sea, 162,000 millones de pesos en un año completo.
Sin embargo, el robo que se ha detectado en un promedio de 8% del total que se vende, ha implicado pérdidas por más de 58,000 toneladas mensuales en volumen, que son más de 1,000 millones de pesos al mes.
En tanto, la caída en la demanda principalmente porque la industria redujo a la mitad sus consumos y los sectores de comercio, servicios y autotransporte prácticamente dejaron de usar gas LP, tuvo su mayor impacto en abril y mayo, en que en volumen se redujo en alrededor de 20% a nivel nacional. En los meses siguientes mejoró reduciéndose a poco menos del 10% y al llegar a septiembre casi llegó a los niveles de marzo.
Con ello, la pérdida promedio que ha dejado el Covid-19 en los primeros nueve meses del año es de 8,100 millones de pesos, ya que se dejaron de vender cerca de 400,000 toneladas en los primeros nueve meses del año, si se considera que la demanda se redujo en 20% en abril y mayo y en una media de 8% entre junio, julio y agosto.
En tanto, la industria calcula que el robo en volumen por parte del crimen organizado ha sido por lo menos de 522,000 toneladas en estos nueve meses del año, lo que ha implicado pérdidas por 9,369 millones de pesos en este lapso, monto 16% superior a lo que se perdió por la fuerte caída en la demanda por el Covid-19 incluyendo los meses de mayor confinamiento.
“Así de grande es la magnitud de esta actividad ilícita en el país, tanto que deja mayores pérdidas para los industriales y para Petróleos Mexicanos que la mayor contingencia económica que ha tenido la humanidad en los últimos años”, refirió el empresario.
Tan sólo en 2019, se sumaron 15,500 tomas clandestinas a los ductos de Pemex para extracción de gas LP. Esto son 42 tomas clandestinas diarias.
Sin embargo, Carlos Serrano recordó que la incidencia de este delito no es igual en todo el país y que de hecho hay entidades donde prácticamente no existe, pero en la región del centro, conformada por el Estado de México, la Ciudad de México, Hidalgo, Puebla y una franja de Veracruz, el robo llega a ser hasta de 25% del gas que se comercializa.
“Esto significa que dos o hasta tres servicios de cada 10 al día que se reparten todos los días en estas entidades se realizan con gas robado, de mala calidad, y en los que estamos dejando entrar a nuestros hogares a personas que no pertenecen a una empresa establecida legalmente”, aseguró.
La industria pidió por lo tanto a las autoridades que se tomen acciones de la misma magnitud al plan contra el huachicol para frenar el robo de gasolinas y diésel. Para dialogar sobre estos temas y otros relacionados con esta industria, se llevará a cabo el Congreso Internacional de Gas LP de manera virtual del 26 al 28 de octubre, donde se darán cita más de 20 conferencistas tanto de la industria como autoridades del sector.
Fuente: El Economista