Shell prevé una pérdida entre 7.000 y 9.000 puestos de trabajo hacia finales de 2022, hasta el 11% de su fuerza laboral.
Royal Dutch Shell Plc eliminará hasta 9.000 puestos de trabajo a medida que el colapso del crudo obliga miles de millones de dólares en ahorros en costos y el gigante del petróleo y gas reforma su negocio para adoptar la energía limpia. La medida refleja el desafío al que se enfrentan las grandes petroleras a medida que persiste la pandemia, y algunos en la industria creen que la era del crecimiento de la demanda ya terminó. Ante una crisis que acelera el cambio a la energía baja en carbono, las grandes petroleras están eliminando puestos de trabajo, haciendo amortizaciones multimillonarias y recortando dividendos que alguna vez fueron sacrosantos. En Shell, se prevé una pérdida de entre 7.000 y 9.000 puestos de trabajo para fines de 2022, hasta 11% de la fuerza laboral. El total incluye cerca de 1.500 personas que tomaron el despido voluntario este año, dijo la compañía el miércoles. Prevé ahorros de costos anuales sostenibles entre US$2.000 millones y US$2.500 millones para ese momento. “Tenemos que ser una organización más simple, más ágil y más competitiva”, dijo Ben van Beurden, director ejecutivo, en un comunicado. Shell planea “reenfocar” su negocio de refinación, reduciendo eventualmente su número de plantas a menos de 10, en comparación con las 15 de la actualidad. Los márgenes de refinación han sido mucho más bajos este trimestre que el trimestre anterior, y las ventas de productos petroleros se han reducido a cerca de 4-5 millones de barriles por día desde los 6,7 millones del año anterior, según el comunicado. Para la petrolera Shell, la energía verde por sí sola no resolverá el cambio climático Los resultados de las operaciones de productos petrolíferos del tercer trimestre estarán por debajo del promedio histórico y serán “significativamente más bajos” que en el segundo trimestre, dijo la compañía. Eso muestra que la bonanza de operaciones que salvó los últimos resultados de Shell no se repetirá. Sus estados financieros completos del tercer trimestre, programados para el 29 de octubre, incluirán cargos por deterioro comprendidos entre US$1.000 millones y US$1.500 millones. El camino correcto “La transformación hacia una organización más ágil y con menos carbono es la correcta para Shell a largo plazo”, escribió Lydia Rainforth, analista de Barclays Plc, en una nota de investigación. “Pero con un entorno macroeconómico todavía desafiante, esto podría tomar algún tiempo en reflejarse en el precio de la acción”. La caída del petróleo inducida por el coronavirus ha hecho que los pares de Shell también tomen medidas drásticas para apuntalar el balance. BP Plc dijo en junio que tenía planeado eliminar 10.000 empleos; Chevron Corp. tiene la intención de recortar de 10% a 15% de su fuerza laboral global; y Exxon Mobil Corp. está revisando su nómina país por país. Shell inició el proceso en mayo, cuando Van Beurden le dijo al personal en un memorándum que estaba reorganizando la empresa para que fuera más liviana y resistente y que podría haber despidos en la segunda mitad del año, según personas con conocimiento del tema. Meta de emisiones La reorganización también está diseñada para promover las amplias ambiciones verdes de Shell. La compañía dijo en abril que planeaba eliminar todas las emisiones netas de sus propias operaciones y la mayor parte de los gases de efecto invernadero del combustible que vende a sus clientes para 2050. Shell también dijo que, en última instancia, solo haría negocios con empresas libres de emisiones. Las grandes petroleras europeas que están realizando un cambio estratégico hacia combustibles más limpios se han enfrentado a preguntas de los inversionistas sobre la rentabilidad de las energías renovables, que suelen generar rendimientos de un solo dígito. Las acciones de BP cayeron a un mínimo de 25 años una semana después de que describiera planes para impulsar los rendimientos de las energías renovables. Shell insiste en que, con el tiempo, su división de energía aportará entre 8% y 12%. Si bien los proyectos de petróleo y gas históricamente han arrojado cifras más altas, los rendimientos en esa industria han disminuido recientemente. Van Beurden dijo en mayo que “actualmente ni siquiera llegamos a 8%-12% en nuestro negocio upstream”.
Fuente: Perfil