Es por la suba trimestral de dos impuestos nacionales que estaba congelada por la pandemia. Afirman que habrá más aumentos Como si el bolsillo estuviera para seguir soportando más castigos, mañana aumentarán 3,3 por ciento las naftas y 2,3 por ciento el diesel,
que se sumarían a los incrementos que apenas 10 días atrás aplicaron todas las petroleras, de entre el 3,5 y el 5 por ciento, además de otro el 19 de agosto pasado, que fue del 4,5 por ciento promedio. En este caso la suba no responde a una actualización para mejorar los ingresos de las estaciones de servicio, sino que se aplicaría el aumento de los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que quedó estipulado en el decreto 488 de mayo pasado, según confirmaron a EL DÍA desde la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (FECRA). Según la normativa del Poder Ejecutivo, los impuestos deberían actualizarse sobre la base de la inflación acumulada en el primer y segundo trimestre del año, que fue de 13,6 por ciento. Esta suba no implica mejoras para las empresas ni los estacioneros, ya que sólo impactará en recaudación de la AFIP. El aumento solo podría frenarse mediante una resolución de la Secretaría de Energía que conduce Darío Martínez en la que se pospongan los incrementos o aplique un aumento parcial. Si se aplica la suba total, el Estado recaudaría unos $2.300 millones más por mes, según los cálculos de la consultora Energy Consilium. Según estiman los estacioneros, los próximos aumentos no bajarán del 7,5 por ciento acumulados entre octubre y diciembre, aunque para algunos ese incremento podrían trepar al 10 por ciento, teniendo en cuenta que desde el sector apuntan que tienen un retraso promedio del 8 por ciento en precios. Según FECRA, hoy las estaciones de servicio venden el 60 por ciento de lo que vendían históricamente. Esta entidad, que preside Vicente Impieri y reúne a dueños de estaciones de servicio del país, con foco en la provincia de Buenos Aires, desembarcó hace pocos días en nuestra Ciudad con una sede propia y una red de unas 30 estaciones de naftas y GNC adheridas. Desde fines de 2018, el incremento de estos impuestos de aplicación trimestral comenzó a hacerse de forma irregular. “El aumento está confirmado. Lo que no está confirmado es si los absorberán las petroleras, como lo hicieron en el último aumento el trimestre pasado, o directamente pasará al consumidor”, señalaron desde FECRA. Desde el sector petrolero le afirmaron a este diario que YPF no absorbería el aumento, por lo que el resto seguiría el mismo camino, que impactará en una suba en los precios al consumidor. Esta suba no implica ingresos para las empresas ni los estacioneros, son impuestos de AFIP.
Fuente: El Día