Se debe reestructurar el gasto público, evaluar lo que se hará con el tipo de cambio, resolver problemas de oferta y demanda, controlar que no haya más desocupación y que la brecha fiscal no crezca.
La caída del Producto Interno Bruto (PIB), el déficit fiscal, menores ingresos y el desempleo son los cuatro grandes problemas económicos que le esperan al nuevo gobierno, que asumirá el mando del país después de las elecciones de octubre o la segunda vuelta.

Para este año se calcula que la economía registrará una contracción de 6,2% y un déficit fiscal que estará por encima del 10%. Mientras que la tasa de desocupación hasta julio llegó al 11,8%. Todo, producto de la crisis de la pandemia.

Fuente: Página Siete

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