Sin embargo, la entidad destacó que el mundo está ante un nuevo normal de precios bajos; la actual coyuntura ha hecho que la demanda sea hoy el factor dominante y no la oferta.
Según Campetrol, la consecuencia de este movimiento es la afectación que tiene la volatilidad del commodity sobre las economías petróleo dependientes, como la colombiana, que se ven fuertemente impactadas en sus finanzas públicas.
Mientras tanto, la pandemia sigue afectando la economía global, aunque algunos países se siguen esforzando por retomar su actividad económica, el virus no da tregua en América.
Asimismo, Campetrol destacó que los rebotes en algunos territorios donde se creía que ya se había controlado el virus, son la prueba de la vulnerabilidad de la población y de los sistemas de salud. “Sin una vacuna o un tratamiento efectivo, la humanidad seguirá estando expuesta a este virus que ya deja más de medio millón de muertes en todo el globo.
En Colombia, el panorama no es diferente, la doble coyuntura empieza a reflejarse en el crecimiento económico y el impacto total se evidenciaría en los resultados del segundo trimestre de 2020. De hecho, el Indicador del Seguimiento de la Economía (ISE) experimentó una contracción de 20,1 % en abril de este año (la máxima caída desde que se tiene registro de este indicador) y de 16,6 % en mayo, mostrando así que, probablemente, abril fue el peor mes en materia económica en nuestra historia.
“Una vez se disponga de los datos del PIB del segundo trimestre, nos enfrentemos a la caída más dramática de este indicador desde que hay registro del mismo en el país”, explicó Campetrol.
Entre tanto, el sector de petróleo y gas ha sido uno de los más golpeados por la crisis, los principales indicadores han llegado a mínimos; por ejemplo, la caída en la producción de petróleo en junio de 2020 fue de 18 % (161 miles de barriles de petróleo por día -Kbopd-) con relación al mismo mes e 2019, mientras que en ese periodose disminuyó 15 % (332 Mpcd) la producción de gas.
Así las cosas, los sectores con mayor caída en la demanda de gas han sido los sectores transporte, industria y petróleo.
Adicionalmente, Campetrol aseguró que el segmento de exploración ha sido uno de los más afectados por la crisis. En los últimos años los niveles de exploración se han encontrado por debajo de los requeridos por el país para el desarrollo de su potencial.
En la primera mitad del año se perforó un acumulado de siete pozos exploratorios, mientras que en el mismo periodo de 2019 se llevaban 25 pozos perforados. En términos de sísmica, con corte a junio se lleva un acumulado de 161 kilómetros, frente a los 1.107 kilómetros reportados en el mismo periodo de 2019.
Además, debido a la propia falta de pozos perforados la relación de éxito ha ido descendiendo con el tiempo. En el periodo comprendido entre 2010 y 2014 fueron publicados, en promedio, 35 avisos de descubrimientos anuales, mientras que entre 2015 y 2019 el número de avisos descendió a 14 por año.
Estos últimos aportaron, en promedio, cuatro Mmbo por descubrimiento a las reservas del país. Y la tasa del éxito promedio en los últimos diez años ha sido de uno a tres pozos, específicamente un 31,1 %.
En cuanto al régimen fiscal, el government take para el sector petrolero en el país se ubica alrededor de 65 %. Como resultado de la ponderación por participación en la producción, se obtuvo un GT promedio de en 2019 de 65 % para Colombia.
Por lo tanto, del total de renta que se genera por la producción de petróleo en Colombia, un 65 % de la misma se destina al gobierno, mientras el 35 % restante corresponde a las empresas petroleras. Así, el promedio ponderado de GT de la muestra de países de Latinoamérica es de 55 %.
De otro lado, Campetrol expuso que, a lo largo de la historia, el país ha disfrutado de un suministro continuo de gas natural, lo que ha llevado a que este consumo se haya duplicado en las últimas dos décadas.
Hay que decir que le sistema de gas natural en el país cuenta con, actualmente, con más de diez millones de usuarios y una cobertura efectiva de más de 80 % de los hogares colombianos. Así, el abastecimiento se ha logrado gracias a los descubrimientos en La Guajira, el Piedemonte Llanero, y más recientemente con el VIM.
En cuanto a las proyecciones de consumo de gas natural en el país, la demanda de podría crecer entre 3 % y 17 % en el 2026, con respecto a los niveles actuales: lo proyectos de eficiencia y sustitución energética jalonarán el consumo de gas en la mayoría de los sectores de la economía.
Según Campetrol, en los sectores residencial, comercial, transporte e industrial podría aumentar el consumo de gas hasta en un 14 % en los próximos seis años. Por tal razón, se espera un incremento de entre 13 % y 68 % en el consumo de gas ara el sector petrolero en 2026.
Y para el sector eléctrico se proyecta un consumo estable de gas natural en el mediano plazo, debido a las distintas interconexiones que disminuirían la carga a las termoeléctricas en la Costa Caribe.
En ese orden de ideas, la Cámara Colombiana de Petróleo, Gas y Energía recomienda, para mitigar los impactos en las compañías B&S, establecer un frente común para la reactivación del sector; una búsqueda de eficiencias y relaciones de largo plazo entre las compañías B&S y E&P: apertura de las líneas de crédito de la banca privada; y alivios fiscales e incentivos tributarios para las empresas del sector.
Además, para aumentar la competitividad en el sector, la Cámara también sugiere aumentar la visión de largo plazo; reforzar el Ppaa en cuencas onshore y offshoire; realizar en el corto plazo los Ppii’s; aplicar incentivos para la exploración y desarrollo de proyectos de recobro mejorado; y llevar el government take del país al promedio de América Latina.
Fuente: Valora Analitik - Colombia