China, que llegó a ser el mayor prestamista del gobierno venezolano al otorgar hasta 50.000 millones de dólares a la administración de Chávez, suspendió hace siete años las entregas de dinero fresco a Venezuela.
Pero sí autorizó hasta 2018 y por más de un año al gobierno de Nicolás Maduro abonar solo los intereses de la deuda vigente que aún rondaba los 19.000 millones de dólares, como una manera de colaborar con un aliado ideológico en América Latina.
China, según los consultados, otorgó de nuevo esa flexibilización en los pagos a raíz de una nueva fase de conversaciones que ambos gobiernos iniciaron en marzo por la urgente necesidad de Caracas de encontrar alivio financiero en medio de la severa crisis petrolera, los efectos de las sanciones de Estados Unidos y la amenaza de la pandemia del covid-19.
El período de gracia evitará que Venezuela incumpla los acuerdos vigentes en medio de la severa crisis de ingresos petroleros, en especial con el Banco de Desarrollo de China, que otorgó el mayor volumen de préstamos.
“Ese beneficio estará vigente al menos hasta diciembre y después volverán a evaluar”, dijo una de las fuentes conocedora del acuerdo. El Ministerio de Información y Pdvsa no respondieron a una solicitud de comentarios. Tampoco el Banco de Desarrollo de China.
Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, en una respuesta enviada por fax a las preguntas de Reuters, dijo: “No estoy al tanto de la situación que están diciendo. Me gustaría enfatizar que China y Venezuela tienen una larga historia de cooperación práctica (...) China apoya firmemente al gobierno venezolano en sus esfuerzos por mantener la estabilidad nacional, desarrollar la economía y mejorar los medios de vida de las personas”.
Alivio para Maduro
La nueva renegociación es un alivio para la administración de Maduro, que bajo los acuerdos firmados en la década pasada, debía cancelar a China con envíos de petróleo unos 3.000 millones de dólares este año con los actuales precios del crudo. El monto representa una cuarta parte de las ventas de crudo que habría concretado el gobierno en 2019.
El acuerdo permite a China formalizar una situación de hecho, agregaron otras tres fuentes del sector petrolero. Desde 2019 el gobierno de Maduro no ha podido cubrir con despachos de petróleo los pagos a bancos chinos, una vez que la petrolera estatal china Cncp dejó de recibir de forma directa el crudo venezolano por temor a las severas sanciones de Estados Unidos.
“Esto ayuda, pero no alivia el problema de flujo de caja”, agregó una de las fuentes consultadas. Firmas económicas locales proyectan que Venezuela este año tendría ingresos petroleros por unos 4.000 millones de dólares.
Más allá del apoyo financiero, y apenas se registraron los primeros casos de coronavirus en el país, Maduro anunció en marzo que recibía insumos y asesoría médica desde China, una estrategia de colaboración que el gigante asiático también tuvo con otras naciones de Sudamérica como Argentina para mantener su esfera de influencia en la región en medio de la pandemia y tras los varios impases con Estados Unidos.
Fuente: Panorama - Venezuela