Maturín. Los problemas que vive la industria petrolera en Monagas no son más que una réplica de lo que sucede en toda Venezuela. Durante décadas Pdvsa fue la industria más importante del país y una de las primeras 10 del mundo. En la actualidad los trabajadores por sus propios medios han tratado de rescatarla.
Años de desinversión y mala gerencia la llevaron a que hoy en día tenga baja producción, pozos de petróleo paralizados, instalaciones que cada vez se deterioran más por falta de mantenimiento y accidentes que no han sido controlados a tiempo.
La producción nacional de la estatal petrolera vino en descenso desde el año 2002-2003 cuando el entonces presidente Hugo Chávez despidió alrededor de 20.000 trabajadores de la industria, y se agudizó en los últimos tres años.
Venezuela pasó en tres años a la cola del ranking de productores de crudo en Latinoamérica. Monagas, desde los años ochenta, se consideró uno de los estados petroleros más productivos del país, y allí se ubican grandes campos petroleros como el de Santa Bárbara, Jusepín, Carito y Quiriquire –este último uno de los más productivos– ubicados en la zona norte del estado.
Los campos de Monagas tenían un atractivo por su gran producción de crudos livianos y medianos, lo que generaba una importante cantidad de producción nacional, no solo de petróleo sino también de gas natural y condensado.
Para 2005, Monagas aportaba a la producción nacional de petróleo 890.000 barriles diarios, ubicándose en segundo lugar detrás de Zulia que producía 1.000.000 de barriles diarios. Para ese año la producción nacional era de más de 3.000.000 b/d.
“Monagas se divide en dos secciones: la zona norte, donde se produce petróleo liviano y Morichal donde se produce crudo extrapesado. Este último se contabiliza como parte de la Faja Petrolífera del Orinoco. El petróleo que se encontraba en El Furrial, El Tejero, Punta de Mata y Quiriquire (zona norte de Monagas) era petróleo liviano, como decir una gasolina negra y, a pesar de que el estado era el segundo que más producía en el ámbito nacional, era el primer productor de crudo liviano. Todo el mundo quería el petróleo de Monagas”, explica Eudis Girot, director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores de Petróleos de Venezuela (Futpv).
Específicamente en El Furrial, al oeste de Monagas, se encuentra uno de los campos más importantes de la región. Para el momento de su descubrimiento en 1985 sus reservas estaban aproximadamente en 4 millardos de barriles y para 1998, llegó a la cúspide cuando se extrajeron 453.000 barriles diarios. El campo de El Furrial fue considerado por muchos años como el gigante de la industria.
La destrucción de Pdvsa arreció en el año 2009, cuando por órdenes de Chávez se nacionalizaron las industrias de servicios petroleros. En el caso de El Furrial, luego de esta decisión, de 408.000 barriles diarios, que se produjeron en 2008, pasó a producir apenas 198.000 barriles diarios en 2015, lo que representa la caída de 51 % en solo siete años, según datos de Pdvsa.
Del año 2000 a 2015, las reservas de El Furrial cayeron de 2,9 millones de barriles anuales a 907.000 barriles en 2015, lo que representa una disminución de 58 %.
Luis Ramos, trabajador de planta Commor desde hace más de 12 años, asegura que la producción de petróleo en el estado ha caído 80 %, pues hay más de 200 pozos paralizados por falta de mantenimiento e inversión.
En el estado no se producen ni 100.000 barriles diarios, hace como dos meses eran menos. Hay muchos pozos parados por falta de mantenimiento y desde hace más de cuatro años hemos hecho el llamado y no obtenemos ninguna respuesta”, destaca Ramos.
Los trabajadores de Pdvsa Monagas temen por un paro técnico. Indican que no pueden trabajar si no tienen el producto y los pozos. Añaden que la recuperación de los yacimientos “es bastante costosa” sobre todo por el estado en el que se encuentran. Para los trabajadores el deterioro de la industria es anterior a las sanciones de Estados Unidos.
“Cuando el pozo se paraliza, el flujo también y los residuos se ponen duros. Volverlo a reactivar es muy costoso. No sabría decir el monto exacto en dólares, pero sé que es muy costoso porque significa hacer el pozo de nuevo prácticamente”, detalla Ramos.
De acuerdo con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), entre mayo de 2019 y mayo 2020, la producción de crudo en Venezuela cayó en 45 %.
En mayo de 2020, Pdvsa reportó la producción de 573.000 barriles de petróleo diarios, lo que se traduce en la disminución de 22 % al contrastar las cifras del mes anterior cuando se produjeron 737.000 b/d.
Para junio, la OPEP afirmó que Venezuela produjo apenas 350.000 barriles de crudo por día. Hoy Venezuela tiene cifras de producción muy por debajo de países como Colombia y Ecuador.
“Tenemos salarios de hambre”
Otra de las consecuencias que ha traído el declive de Pdvsa son las condiciones en las que hoy se encuentran sus trabajadores, que desde hace más de dos años reclaman salarios dignos y respeto a la contratación colectiva.
Los beneficios de los petroleros han desaparecido con el pasar de los años, de ser los mejores pagados ahora solo queda el recuerdo. En varias oportunidades se han unido para reclamar por la eliminación de servicios como los médicos y funerarios.
En julio, hubo dos protestas nacionales para elevar sus exigencias al gobierno de Nicolás Maduro. Aseguran que tienen “salarios de hambre” por lo que piden ser tomados en cuenta.
“Nosotros no somos guarimberos por exigir nuestros beneficios. Somos un grupo de trabajadores comprometidos con nuestra empresa, no tenemos ningún tinte político. Solamente estamos exigiendo que sean restituidos nuestros beneficios contractuales. Nos deben un bono de 150 dólares. Nosotros tenemos sentido de pertenencia y estamos capacitados para sacar a la empresa a adelante, lo que hace falta es inversión, mantenimiento y mejorar nuestras condiciones”, expresa José Lizardi, trabajador de Pdvsa Monagas.
Fuente: Crónica Uno - Venezuela