El país está en una carrera contrarreloj en el medio de la pandemia: necesita apuntalar la producción de gas de manera que en el invierno de 2021 no haya que pasar sobresaltos. El contexto complejo, puede ser una oportunidad, sin embargo, para un puñado de áreas que en los dos últimos años sumaron una caída de 14 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) por las condiciones del mercado. Ese cuadro podría revertirse con un estímulo para las inversiones.
La herramienta que está negociando con las productoras la administración de Alberto Fernández es la implementación de otro Plan Gas (el cuarto en lo que va de 12 años), un subsidio a la producción del shale, en el que todavía no hay un valor preciso. ¿Cuál es el objetivo? Esperan que un precio en torno a los 3,5 dólares el millón de BTU genere compromisos de inversión en las operadoras para la apertura de más pozos.
Lo cierto es que urge la apertura y perforación de más pozos por el declino rápido de los pozos no convencionales y ante la falta de nuevos pozos en áreas convencionales, todas las que son parte de Vaca Muerta o de la producción de arenas compactas (tight gas).
El nuevo plan busca generar condiciones atrayentes para garantizar el precio para 70 MMm3/d en áreas de todas las cuencas productoras del país, y el gobierno nacional espera contar con ese plan cerrado en agosto próximo.
En Neuquén, hay cuatro yacimientos de gas que aportan casi el 23% de la producción total del país. Son áreas importantes que hoy están casi a la mitad de sus picos de producción, debido a que no hay un mercado atrayente (por los bajos precios relativos que se están pagando), y por lo acotado de la demanda argentina, que tiene picos durante los cuatro meses más fríos de cada año.
Sólo en Loma La Lata-Sierra Barrosa (YPF), La Calera (Pluspetrol-UPF), El Orejano (YPF-Dow) y Fortín de Piedra (Tecpetrol) se produjeron en junio pasado 28,5 millones de metros cúbicos del gas al día (MMm³/d), lo que representa el 22,9% de la producción total de mayo en el país, que estuvo en 124,4 MMm³/d.
Los valores de producción están en un ciclo bajo, debido al desplome general de la actividad en Vaca Muerta, pero principalmente por la falta de mercado y precios en el segmento del gas. Estos cuatro yacimientos de shale en la Cuenca Neuquina podría sumar 10 MMm³/d con la implementación del nuevo plan, si se compara su producción con momentos donde realizaron un aporte mayor.
Una de las áreas shale más ricas, que fue pionera en 2015 en su desarrollo es El Orejano, donde en uno de los mejores momentos de la producción en los dos últimos años rindió 5 MMm³/d en julio de 2018.
En ese entonces estaba en pleno funcionamiento la resolución 46, el subsidio al shale gas del gobierno nacional que, entre los puntos más importantes, dio pie para el surgimiento de Fortín de Piedra, el área gasífera no convencional con más peso específico de Neuquén, que llegó a producir 17,5 MMm³/d.
En El Orejano por estos días mucho menos gas que en julio de 2018. La producción de junio, de acuerdo a los datos del Ministerio de Energía de la Nación, fue de 1,89 MM m³/d, es decir un poco más de 3,1 MMm³/d menos de la producción en su mejor momento en los dos últimos años.
También el yacimiento Loma La Lata-Sierra Barrosa es uno es los que más aporta a la producción de gas nacional. En junio pasado produjo 10,1 MMm³/d mientras que, en julio de 2018, su producción alcanzó los 13,7 MMm³/d. De todos modos, ha llegado en los dos últimos años a su plateau de producción, en torno a los 17,5 MMm3/d
Fortín de Piedra es el yacimiento insignia del shale gas en Neuquén y en junio pasado produjo 12,3 MMm³/d, debajo de los 15,2 MMm³/d en julio de 2018 y del plateau de 17,5 MMm³/d que alcanzó a finales de ese año.
Con todo, áreas como La Calera (Pluspetrol) de incipiente producción empiezan a sentirse en el total de la producción, a la espera de mejores condiciones económicas: hoy aporta unos 2,7 MMm3/d.
Fuente: La Mañana de Neuquen - Argentina