Durante el mes se completaron 196 etapas de fracturas, un 600% más que en mayo. El endurecimiento de la cuarentena en el AMBA podría volver a frenar los trabajos.

La cantidad de fracturas en Vaca Muerta se incrementó un 600% en junio, pero aún está lejos del nivel habitual. La cantidad de fracturas en Vaca Muerta se incrementó un 600% en junio, pero aún está lejos del nivel habitual. Luego de la parálisis total de abril y la baja actividad de mayo, la cantidad de etapas de fractura en Vaca Muerta se incrementaron en junio y, con un alza mensual del 600%, cerraron el mes en 196 etapas completadas.

Los datos corresponden al informe especial que elabora el country manager de NCS Multistage, Luciano Fucello, y contabilizan los trabajos en la formación no convencional hasta el día de hoy.

En detalle, los trabajos de punción para poner en producción nuevos pozos en Vaca Muerta fueron realizados en junio por sólo dos empresas y ambas extranjeras: Shell y Chevron.

En el caso de la norteamericana, la firma siguió adelante con su proyecto piloto en el bloque El Trapial, un área convencional en donde Chevron busca reconvertirla con el shale. Allí la firma realizó en este mes 48 etapas de fractura.

La angloholandesa Shell fue la que concentró el grueso de la actividad de fractura en este mes. La operadora sumó 148 etapas de fractura al pad de pozos que el mes pasado había comenzado a fracturar en Bajada de Añelo.

En febrero del año pasado la formación alcanzó el récord de 712 etapas de fractura en un mes. En tanto que un dato destacado es que todas las etapas de fractura fueron realizadas por una empresa de servicios especiales, Halliburton, cuando hace algunos meses era normal que sean al menos cuatro las firmas que realizaban esos trabajos.

Pese a esta reactivación, el ritmo de los trabajos se encuentran aún muy lejos de los niveles promedio que mantenía antes del inicio de la pandemia de coronavirus, cuando las etapas de fractura tenían un piso de unas 400 por mes y con el trabajo de múltiples operadoras y empresas de servicios.

Además, el endurecimiento de la cuarentena en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) podría volver a frenar al sector petrolero si vuelve a desplomar los niveles de consumo de combustibles.

Es por esto que desde las operadoras se mantienen aún un pausa la mayoría de los desarrollos de nuevos pozos y de cara a julio, sólo está en carpeta que Chevron finalice con la fractura de sus pozos piloto.

En abril, Vaca Muerta registró cero etapas de fractura, pero no por decisión estricta de las firmas sino por los alcances de la cuarentena en los campos petroleros.

Ahora que la actividad volvió a trabajar con rigurosos protocolos de seguridad, la caída en la actividad no dependerá del aislamiento en sí, sino de la evolución de la demanda de energía del país y del lanzamiento de un nuevo plan de estímulo para la producción de gas.

Un punto clave para la continuidad de la actividad en la formación no convencional es el nuevo protocolo de seguridad sanitaria que podría ser aprobado en las próximas horas para evitar que los operarios de Neuquén deban realizar un aislamiento de 14 días antes de ir al campo, algo que encarecería los costos y frenaría los desarrollos que lograron ponerse en marcha.

La modificación que se busca aplicar al protocolo contempla que en lugar de realizarse un aislamiento previo, los operarios sean divididos en células por su lugar de origen, de forma de no tomar contacto por 14 días con operarios que provengan de zonas sin circulación comunitaria.

Fuente: Río Negro - Argentina