Dicha venta está atada a un crédito de $1400 millones con el ICBC (Industrial Commercial Bank of China). Con este alcance, en el que compararán contratos de largo plazo con China y con otros países, se intenta que el informe sea positivo y se dé paso a la operación.
Así, Finanzas y Petroecuador se hallan en una puja porque esta última busca maximizar los recursos a obtener, pero de no haber informe positivo, tampoco el país accedería a la liquidez requerida.
De acuerdo con un memorando al cual este Diario tuvo acceso, la operación comercial sería con la petrolera estatal china Zhenhua, la cual dará un premio de 40 centavos adicional al que ya existe en los contratos vigentes (90 centavos). El volumen de crudo sería de $50 millones de barriles que se entregarían en cinco años.
Aún con el premio que ha propuesto la empresa, la diferencia entre el castigo en contratos a largo plazo con China y los de las ventas spot es marcada, siendo la opción menos conveniente la de China.
Así, en una estadística que se presenta entre enero de 2018 y mayo de 2020, se puede ver que el diferencial con China fue de $-1,11 por barril; mientras que las spot tuvieron un diferencial de $1,03 por barril. Esto significa pérdidas por cada barril no vendido en spot de $ 2,14. A lo largo de este periodo los precios más bajos se dan en todos los meses, a excepción de mayo 2020, cuando el de las empresas chinas supera a las de spot.
Por ejemplo, en agosto de 2018 el diferencial en largo plazo era de $-4,67 por barril, mientras que la spot tuvo un diferencial de $1,08, lo que significa que hubo una pérdida de más de $5 en ese mes por cada barril vendido a China. Pero en mayo de 2020 fue mejor lo que pagó China, ya que el contrato de largo plazo tuvo $-2,65 y la spot $-6,72.
Sin embargo, para el Ministerio de Finanzas, el beneficio hay que verlo de manera integral. Y entre las ventajas está el acceso inmediato a $1400 millones y una tasa de financiamiento menor a un crédito que suscribió Petroecuador en 2016. También explica que habría un ahorro en pago de intereses de alrededor de $1100 millones si se compara con el costo de financiamiento en el mercado de capitales”.
En todo caso al comparar otros contratos de largo plazo que ha suscrito el país también se puede ver que la propuesta china era menos conveniente. En diciembre de 2019, Ecuador hizo, luego de 10 años, un primer contrato de largo plazo con licitación, es decir, no entregado de manera directa como se lo hace con China.
En ese momento ganó Shell el contrato a largo plazo con un diferencial de $0,71 por barril. En ese mismo mes, el contrato con China fue de -$3,32, mientras la spot de ese mismo mes se ubicó en $2,40 por barril. El problema con los contratos chinos es que hay un solo oferente y no hay espacio para competir por un mejor precio.
Sobre el tema, Luis Calero, experto petrolero, explicó que lo que debe hacer el Gobierno es buscar que China acepte, dentro del contrato, una cláusula de ajuste semestral, y que esté relacionada con el valor obtenido en las ventas spot.
El analista explicó que actualmente, por la pandemia, no existen las mismas condiciones que en meses pasados y no se conoce si los precios ahora serán mejores o peores en las ventas spot. (I)
Fuente: El Universo - Ecuador