La estimación la hizo Ecolatina, en base a datos de la Secretaría de Energía de la Nación y de las operadoras, respecto de la cantidad de barriles de petróleo por día de consumo para la generación de combustibles durante el 2020.
El consumo progresivo de gasoil es una de las muestras de recuperación de la industria –que cayó por la disminución de la circulación de vehículos por el confinamiento- y llegaría a más del 92% en diciembre, de acuerdo con las estimaciones.
Según los datos de Ecolatina, el consumo de combustible diésel llegaría a los 220 mil barriles de petróleo por día (bbl/d) en diciembre de este año, un cifra similar que había en enero, antes de que se declarara la pandemia. El gasoil fue uno de los combustibles que menos caída tuvo, alrededor del 36%, a mediados de abril, cuando se sintió fuerte la cuarentena y la poca circulación de vehículos en el país. Para junio se espera que la demanda de gasoil se recupere al menos a la mitad, es decir, a casi un consumo de 180 mil bbl/d para poder refinar ese combustible.
Para las naftas, la caída fue más abrupta y la recuperación se espera que no sea total. De acuerdo a las proyecciones de la consultora, la caída a mitad de abril fue de un 84%, que significa que pasó de 160 mil bbl/d en enero pasado (para producir esa cantidad de demanda de combustible) a casi 30 mil en plena pandemia. La proyección se ubica en unos 150 mil bbl/d, casi al 92% de la demanda recién para diciembre de este año.
El jetoil, o combustible para la industria aeronáutica, fue uno de los segmentos que más cayó, debido a la clausura de las comunicaciones aéreas, tanto como para los vuelos de cabotaje como para los internacionales. El desplome de la industria del turismo está asociada con esta crisis de la demanda. Antes de la pandemia, de acuerdo con los datos de Ecolatina, se necesitaban unos 37 mil bbl/d de petróleo para producir ese combustible a diario, y pasó a casi cero a mediados de abril. Se espera que recién en octubre de este año la demanda se recupere al menos un 30% y llegue a los 12 mil bbl/d. Y recién para diciembre, una vez que se reactiven los vuelos (según la información que trasciende desde las aerolíneas y del gobierno nacional), llegaría a unos 20 mil bbl/d. Es decir, el combustible necesario para los vuelos no alcanzaría a fin de año la demanda antes del COVID-19.
“Sabemos que la recuperación no va a ser completa, sino que vamos a quedar unos 10 puntos abajo, que es lo que se estima la caída del producto bruto en la economía, pero esa es la proyección progresiva de recuperación de la demanda”, indicó a +e Gonzalo Echegaray, vocero de la Cámara Empresarial Industria y Afines del Neuquén (CEIPA).
Para que arranque la actividad hidrocarburífera hay una serie de factores que tienen que cumplirse, sin excepción. En principio, las operadoras e inversores, mayoritariamente socios de YPF en Vaca Muerta, estaban pidiendo un precio sostén del petróleo, tras el desplome de casi el 40% en febrero, antes de la crisis del coronavirus.
Un precio sostén para los desarrollos no convencionales de la provincia de Neuquén es un primer paso, refrendado por un decreto del presidente Alberto Fernández, ubicó en 45 dólares el precio sostén para todas las provincias productoras de crudo, hasta el 31 de diciembre de 2020.
La recuperación de la demanda de combustibles es central para Vaca Muerta, sobre todo para la cadena de valor pyme, que tiene dificultades para pagar salarios en estos meses por la caída de la facturación durante la pandemia y la negociación del pago de facturas vendidas a las operadoras.
El “barril criollo” para Vaca Muerta
Un análisis de la consultora Echegaray-Fernández & Asociados señala como positiva la implementación del “barril criollo”, pero hace énfasis en que la recuperación no será inmediata, con todos los problemas asociados en las pequeñas compañías de servicios.
“El volumen del subsidio está en duda ya que las fuentes de ingresos del gobierno nacional se verán reducidas como consecuencia de las erogaciones para reducir los impactos en la población de la crisis”, sostiene el informe. La inflación preocupa mucho.
“En el ámbito regional, el desarrollo de Vaca Muerta ya se encontraba en situación crítica previo a la pandemia. Los cambios de normativa tras las PASO, la falta de una política energética clara y las medidas económicas adoptadas por el gobierno nacional saliente y continuadas por la gestión actual generaron un stand-by de gran cantidad de inversiones”, concluye.
Fuente: La Mañana de Neuquén - Argentina