Esto es consecuencia de la pandemia de Covid-19, lo que ha llevado a la región a superar solamente a África en este conteo, si se toman en cuenta los datos continentales.
Hace un año, América Latina contabilizaba 179 taladros en operación, lo que refleja el impacto en el sector por la pandemia de Covid-19.
La situación es más preocupante en naciones tradicionalmente petroleras y con una histórica operación consolidada en este rubro como Venezuela, la cual cuenta con solo un taladro petrolero operativo y registra su punto histórico más bajo.
Lo anterior profundiza la crisis de producción de crudo y el racionamiento de combustible insólito, a la vez que ahonda en el alza de los precios que hace que los venezolanos tengan que pagar más que sus vecinos latinoamericanos por el petróleo, que hasta hace poco tenía un costo muy reducido.
Así mismo, en Venezuela ya no se refina petróleo desde noviembre de 2019, por lo que se ha tenido que recurrir más a la importación de gasolina y otros productos relacionados pues la petrolera rusa Rosneft abandonó el mercado venezolano hace tres meses, siendo la única compañía que apoyaba la actividad en el sector en el país junto a Pdvsa.
No obstante, la menor actividad de taladros en la región no es ajena a ningún país y en Colombia lo evidencian los datos de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol), la cual en abril de ya registraba solo 42 taladros activos en el país, solo 19 de ellos bajo actividad drilling o de perforación.
Fuente: Valora Analitik - Colombia