Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) anunció ayer que trabaja en optimizar costos, organizar la estructura del personal y requerimientos de equipos de la Planta de Amoníaco y Urea, como actividades previas a la reanudación de actividades en el complejo.
LOS TIEMPOS

YPFB hizo este anuncio ayer cuando transcurren más de seis meses sin que la planta haya vuelto a producir y un día después de que trabajadores del lugar marcharon denunciando al menos 150 despidos. Además, hay cuestionamientos sobre la vigencia de los contratos con los mercados de urea.

“La Planta de Amoníaco y Urea mantuvo contratos con la empresa subsidiaria Compañía Eléctrica Central Bulo Bulo que se iniciaron en 2018 con vigencia hasta el 31 de marzo del año en curso, los cuales han sido evaluados por la actual administración de la estatal petrolera y el resultado es que no se continuará con esa decisión”, dijo el gerente de Industrialización de YPFB, Oscar Boutier, en boletín de prensa.

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