La alerta la dio el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) a través de imágenes satelitales.
Las fotos muestran una especie de vía que sale de la plataforma Tambococha 2 hacia las plataformas Tambococha C, Ishpingo A e Ishpingo B. La construcción cuenta con los permisos del Ministerio del Ambiente y Agua (MAE).
La vía preocupa a diferentes organizaciones ambientales porque la extracción del oro negro se está acercando a la zona intangible, área creada para proteger a los pueblos en aislamiento voluntario. De hecho, la nueva vía conectaría con la plataforma Ishpingo B que está a solo 300 metros de la zona de amortiguamiento.
Manuel Bayón, del colectivo Geografía Crítica, tilda de “irresponsabilidad” del Estado ecuatoriano seguir con las actividades petroleras en una zona tan sensible sabiendo el peligro de llevar el coronavirus a poblaciones vulnerables.
“Había una promesa del Ejecutivo de solo mantener las actividades petroleras básicas por la pandemia, porque detectaron casos de COVID-19 en el bloque 16”, dice.
Otra de las preocupaciones son las repercusiones ecológicas y si se están cumpliendo los planes ambientales y las medidas de bioseguridad necesarias. El MAE indica que cuenta con “personal permanente en campo (tanto guardaparques como equipo técnico)” para acompañar a “diario a las actividades” que se realizan en esos campos petroleros.
“A pesar de la pandemia, los controles y acompañamientos se han mantenido con la misma frecuencia, lo que ha permitido verificar que las actividades desarrolladas en el bloque ITT se encuentren enmarcadas en los planes de manejo ambiental”, dice la cartera de Estado.
Además, añade que para garantizar los derechos humanos y ambientales de los pueblos no contactados especialmente, hay protocolos establecidos en los estudios de impacto ambiental y, además, un código de conducta elaborado entre la petrolera y el antiguo Ministerio de Justicia.
Sobre los peligros como la colonización y contaminación que traería la explotación a una de las zonas más biodiversas del mundo, la secretaría de Estado señala que “vela por el estricto cumplimiento de medidas encaminadas a precautelar y vigilar que los derechos no sean vulnerados a través del seguimiento, evaluación, monitoreo y control ambiental de las actividades hidrocarburíferas en todas sus fases”.
Además, asegura que se adoptarán medidas preventivas y correctivas en la vía administrativa ambiental para “prevenir, controlar, mitigar, rehabilitar, remediar y compensar los efectos que estas actividades puedan tener sobre el ambiente”.
Sin embargo, Bayón lamenta que el Estado ecuatoriano siga priorizando las actividades económicas sobre “la vida de las personas y la naturaleza”.
La Asamblea Nacional requirió las comparecencias virtuales de los ministros de Energía y Recursos Naturales no Renovables, del Ambiente y Agua, y de la Secretaría de Derechos Humanos para que informen sobre la construcción de la vía “a sabiendas de que este tipo de actividades ponen en riesgo la salud de las comunidades indígenas residentes en esta área protegida por la presencia del COVID-19”. Aunque no se definió fecha.
EL UNIVERSO solicitó un pronunciamiento de la cartera de Hidrocarburos, pero no hubo respuesta. Sin embargo, Petroamazonas EP emitió un comunicado donde indica que “el acceso ecológico tiene un avance del 38 %. Petroamazonas EP no está construyendo ninguna vía o carretera. Son accesos que conectarán las plataformas internas”.
Además, señaló que para reducir la huella ecológica se realiza topografía ambiental “a detalle con un grupo de técnicos especializados en construcción, topógrafos, biólogos y expertos que determinan el mejor trazado del acceso implantando variantes”.
Sobre los métodos de bioseguridad para reducir el contagio de COVID-19, la petrolera dijo que ejecuta “rigurosos protocolos para el ingreso del personal de construcción que son avalados por el COE cantonal”.(I)
Fuente: El Universo - Ecuador