luego de que el órgano de gobierno de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) aprobó este jueves el plan para la asignación AE0141 Comalcalco, con lo que se llegó a 37 planes vigentes con inversiones comprometidas por al menos 1,629 millones de dólares para el 2020.

En la 22 sesión extraordinaria del órgano de gobierno, el regulador explicó que a partir del 9 de septiembre ha recibido 64 planes de exploración para nuevas áreas reconfiguradas como nuevas asignaciones exploratorias por la Secretaría de Energía, de los cuales aprobó hasta ayer 37 planes mientras que el resto se encuentra en etapa de revisión y corrección de actividades y presupuestos por parte de la empresa productiva del Estado.

Y es que en prácticamente todos los planes, el regulador ha emitido las aprobaciones –conforme a sus atribuciones y limitaciones legales– con recomendaciones específicas acerca de sobre costos definidos a partir de comparativos con estudios de mercado en el resto del mundo.

En el caso de la última aprobación de este jueves para la asignación terrestre AE0141 Comalcalco, se observó nuevamente que en siete de los ocho posibles pozos a perforar, Pemex presentó costos por encima de los rangos que se manejan en la industria a nivel global; la filial Exploración y Producción de la estatal refirió que esto se debe a que no se cuenta con equipos propios y se maneja un esquema heredado de administraciones anteriores de contratos discretos de arrendamiento y procura, por lo que una vez más la CNH solicitó a Pemex que revise sus procesos.

De cualquier manera, se llegó al compromiso de inversiones de 1,626 millones de dólares en los 37 planes de exploración con recursos asociados que como mínimo y ponderando el riesgo serán de 1,319 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.

Estas inversiones en los escenarios base de todos los planes llegarán en conjunto a 5,584 millones de dólares en 2023, explicaron. A la vez, como mínimo se perforarán 49 pozos a lo largo de todo el periodo de exploración en las 37 asignaciones terrestres y marinas en aguas someras, aunque de existir éxito exploratorio los escenarios incrementales prevén la perforación de hasta 161 pozos exploratorios en los próximos cuatro años.

Así, la CNH aprobó el plan de exploración para que Pemex arranque actividades en la asignación AE0141 Comalcalco, donde previene inversiones que van desde los 157 hasta los 277 millones de pesos en los próximos cuatro años.

La asignación se ubica en el Estado de Tabasco en tierra, dentro de la provincia petrolera de las Cuencas del sureste, con una superficie de 1,242 kilómetros cuadrados.

En las actividades previstas se perforarán entre tres y cinco pozos exploratorios, en los escenarios base e incremental planteados por la estatal. Como mínimo, se estima el hallazgo de 31 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, en el escenario base y como máximo, 109 millones de barriles de crudo equivalente, con una importante proporción de crudo ligero.

En la misma sesión se aprobó inmediatamente después el primer pozo exploratorio para esta asignación, denominado Cibix-201 EXP, que concluirá su perforación en las próximas semanas, con un costo de 7.54 millones de dólares, inversión que está un millón de dólares por encima del rango máximo que el departamento de Evaluación Económica estimó para este tipo de pozos.

Finalmente, la CNH rechazó la perforación del pozo Nipxi 1-EXP, en la asignación AE122 Tampico Misantla, en los límites entre Tamaulipas y Puebla, que también forma parte de estas 64 asignaciones exploratorias reconfiguradas otorgadas por la Secretaría de Energía en agosto pasado.

La CNH negó a Pemex el permiso para perforar este pozo porque no estuvo contemplado en el plan de exploración aprobado el 5 de diciembre, ni alineado con el mismo, ya que de una propuesta de peroración vertical, se presentó finalmente un pozo más somero desviado por más de un kilómetro, con lo que se convirtió en un pozo prácticamente horizontal, “distinto al que el operador nos presentó en el plan”, explicó el comisionado Sergio Pimentel.

Fuente: El Economista - México