Ahora el titular de Enargas revela la idea de alimentar los camiones de carga con gas natural más comprimido y se entusiasma con esa nueva tecnología.
Los funcionarios del gobierno nacional dieron, en lo que va de la cuarentena, señales claras de sus preferencias respecto de las energías alternativas a las que hoy dominan el mercado del transporte.
Primero se puso el norte en la importación masiva de ómnibus urbanos eléctricos (en un país en el que más del 60% de su matriz de generación es por la quema de gas natural) y ahora se revela el entusiasmo de un funcionario cada vez más influyente en el sector del gas para que un nuevo GNC, más comprimido, se use en los camiones de carga.
Las dos ideas, para colectivos y camiones, son duros competidores para el proyecto santafesino del desarrollo del biodiésel al 100%, es decir, alimentar los motores diésel existentes sin quemar una gota de petróleo: sólo con energías verdes.
El plan de Santa Fe tiene un problema serio, su actual orfandad; pero una ventaja por sobre las otras dos alternativas: ya ha demostrado su funcionamiento en la flota de de colectivos de la ciudad de Rosario con el uso del B100, un combustible bio puro.
Mientras, las autoridades nacionales justicialistas continúan con el incumplimiento iniciado por el macrismo de las cuotas de corte de la nafta (que por ley debe llevar 12% de etanol) del diésel (que también debe llevar ese corte de biodiésel).
A fines de enero la Casa Rosada escuchó los planteos de la Liga de las Bioenergéticas, por última vez. Y nada ha cambiado. Con una diferencia: Córdoba y Tucumán pujan con insistencia para que se cumpla el cupo del alcohol que producen para las naftas a partir del maíz y la caña de azúcar.
Federico Bernal, interventor del Enargas, promotor de beneficios para las estaciones de GNC.
Con foco en la demanda
Esta semana, hubo declaraciones del interventor del Ente Nacional Regulador del Gas, Federico Bernal, que anunció la posibilidad de crear beneficios para las estaciones de servicio del GNC. Y a esos usuarios se encargó de exponerles un plan oficial nacional para llevar ese combustible, pero más comprimido, a los camiones.
Bernal ha hecho que el ente regulador sea cada vez más influyente en ese sector, en la vinculación entre el Estado y los distintos actores de esa industria, al recuperar roles reguladores que se habían abandonado a favor de la Secretaría de Energía.
Elogió el desarrollo del GNC (durante el gobierno nacional anterior había dudas al respecto) y agregó que el Enargas “tenía una visión sesgada de esta industria, pero estamos recuperando nuestras facultades para llevar adelante un gran proyecto de transporte para camiones sustituyendo al gasoil por un combustible limpio”, aseguró.
Bernal dijo también que el organismo a su cargo “trabaja mucho más allá de la coyuntura para llevar adelante importantes proyectos en base al GNC que harán muy visible al sector. Estamos estudiando un proyecto de corredores ‘verdes’ con unidades de transporte que sustituyan al gasoil por un combustible limpio como el GNC. Para ello se deberán expandir las estaciones de carga incorporando tecnología para la carga de camiones”, dijo a los potenciales inversores en estaciones de servicio con ese hipotético desarrollo.
Argentina es líder en el desarrollo del GNC para otros vehículos. Existen más de 1,8 millones de automotores y 2.200 estaciones de servicio en todo el territorio nacional.
Un comunicado de Enargas destaca que hoy el GNC cubre un 13% del parque automotor argentino pero que “no obstante, en el mediano plazo podría incrementarse hasta alcanzar un 20%, si se incluyera cierta penetración en el segmento de vehículos pesados, buses de corta y media distancia y una promoción sobre el actual parque liviano”.
“Esto es relevante, pues implicaría una demanda a futuro que podría representar estimativamente unos 20 millones de metros cúbicos diarios”, subraya ese texto oficial.
“El GNC y el GNL utilizados vehicularmente pueden en un futuro no muy lejano agregar una fuerte demanda para contribuir a viabilizar Vaca Muerta. Esas industrias agregan valor y generan mucha mano de obra porque cruzan a varias industrias, favorecen a las economías regionales y motorizan las exportaciones con desarrollo”, agregó Bernal.
La agenda de Kulfas
En tanto, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, indicó a principios de marzo que “próximamente se anunciarán los detalles de una agenda de electromovilidad” y expuso en qué consiste el proyecto: básicamente importar unidades de colectivos eléctricos fabricados en China, con el objetivo de promover la extracción de litio clave para la producción de baterías- en el noroeste argentino. “No emiten gases contaminantes, son menos ruidosos, tienen bajo costo de mantenimiento y una autonomía promedio de unos 200 kilómetros”, se destacó desde la Casa Rosada.
Aunque se sabe que la importación no será posible en el corto plazo, el proyecto fue presentado como una forma de superar a los actuales colectivos alimentados con diésel y un módico corte de biodiésel. El plan está “a la espera de que la economía se tranquilice”, es la definición oficial.
Las plantas de biodiésel, muchas santafesinas, padecen el incumplimiento nacional al “corte” del gasoil. Foto: Archivo El Litoral
Peligran proyectos de Obeid
Parecen socialistas pero son de Jorge Obeid las políticas públicas que el gobierno actual no continúa. En todo caso, se trata de iniciativas que la última gestión justicialista dejó a las tres siguientes del Frente Progresista, con bases muy sólidas.
Luego de Obeid, creció la ejecución de planes y proyectos que ya había comenzado en su gobierno. Sus anuncios de 2005 y 2006 parecían quimeras inalcanzables.
Se materializaron luego, porque en la alternancia- hubo continuidad de políticas definidas como de Estado en Santa Fe. Es lo que hoy falta.
Tal vez sea injusto decir que se ha dado un giro copernicano en esas políticas, porque en realidad, nada desde el gobierno provincial actual se les opone. Simplemente las detuvieron y no las reemplazaron.
Evidentemente, aquí se confía en las fueras del mercado, mientras el gobierno nacional da señales en otras direcciones, a favor del lobby petrolero.
Vale la pena volver a los dos últimos años del gobierno de Obeid para ver que en materia de energías verdes se sancionó la Ley 12.692 por la que Santa Fe adhiere a la Ley nacional 26.093 y crea la Agencia Provincial de la Energía no Convencional Renovable, para promover la investigación, su producción y uso. Fue la primera provincia en otorgar incentivos fiscales entre los que se cuenta la exención o reducción del impuesto a los ingresos brutos, a los sellos, inmobiliario y patentes para esos emprendimientos, por 15 años.
Y le otorgó un fondo de promoción para financiar proyectos de producción de energías renovables, constituido a partir de un canon por usuario del sistema eléctrico provincial.
Desde entonces en el organigrama de la Casa Gris existe una Secretaría de Estado de Energía, del mismo nivel que un ministerio, pero ya no existe. Es de esos años el nacimiento del polo oleaginoso y agroindustrial en el sur.
Los gobiernos siguientes de Binner, Bonfatti y Lifschitz- produjeron una revolución energética en especial el último, al facilitar desde esa secretaría la formación de empresas medianas y pequeñas en energías verdes.
Esta semana se creó la Cámara Santafesina de Energía Solar y su primera tarea fue quejarse públicamente de la inacción del gobierno santafesino: en diciembre de 2019 cayeron los planes con incentivos para la generación de energía fotovoltaica.
Dijeron que luego de 6 meses no han logrado siquiera reunirse con funcionarios con poder de decisión.
Mientras, en el gobierno nacional otras alternativas ganan espacio: el etanol empujado por los gobiernos de Córdoba y Tucumán; la importación de buses por algún lobby empresario asociado a China, y un nuevo desarrollo para comprimir más el GNC seguramente por el sector científico y tecnológico. El biodiésel no tiene al menos públicamente- un gobierno que lo defienda. La Casa Gris no estuvo “en sintonía con la Nación” de 2007 a 2019. Ahora sí lo está pero con la cabeza gacha.
Fuente: Agencias - Argentina