LA MAÑANA DE NEUQUEN - ARGENTINA
Vista aérea de Bandurria Sur, una de las mejores áreas de YPF en el shale oil de Vaca Muerta.
La principal empresa argentina, YPF, deberá afrontar en los dos próximos años pagos de deuda por 2.965 millones de dólares. Se trata de vencimientos en bonos, bancos y mercados financieros, de los que tomó fondos para poder afrontar su enorme plan de negocios en el país.
Los datos se depreden de la información de su balance del primer cuatrimestre, que viene siendo motivo de conversaciones con agentes del sector financiero que indagan sobre la perspectiva de los próximos meses en la principal desarrolladora de Vaca Muerta.
De acuerdo a la información oficial, YPF debería cancelar unos 1.329 millones de dólares en 2020. En tanto que el próximo año debería pagar a sus acreedores 1.636 millones.
El contexto de este año suma complicaciones adicionales a las que ya arrastraba la compañía desde el 2019 por el impacto de la situación macroeconómica del país.
La empresa fundamenta su plan de negocios en buena medida en la venta de combustibles, con una posición cercana al 60 por ciento del mercado.
La venta de crudo y derivados podría constituir, en otras condiciones mundiales, otra caja de recursos. Hoy es más difícil que nunca avizorar cuándo podría ocurrir eso. Si bien tiene áreas desde donde crecer con mucho potencial en el segmento del shale oil y el shale gas, lo cierto es que sus objetivos de expandir el negocio fronteras afuera del país, un potencial al que la anterior conducción le ponía el número de unos 500 mil barriles adicionales para toda la industria, hoy no son viables.
Las condiciones internacionales pusieron al crudo en una crisis histórica. La cotización del Brent, el barril de referencia en Argentina, muestra al petróleo con un derrumbe del 50% desde principios de año, cuando orillaba los 60 dólares. La puja entre Rusia, Arabia y Estados Unidos, que desencadenó esa baja de precios, tuvo como punto cero un mercado inundado con millones de barriles.
En este contexto mundial, su refugio seguirá siendo el mercado doméstico y lo que por ahora es su rol principal: ser garante del autoabastecimiento de combustibles.
Los 45 dólares del crudo en el país, tras el decreto nacional del barril criollo, pueden ser un punto de partida para cuando haya condiciones para acelerar en un puñado de campos petroleros, que puedan ajustar sus costos de producción a esos valores (a todas luces un desafío para muchos), si bien ese valor le pone un freno en sus márgenes de ganancia al otro extremo de su negocio: los surtidores.
En buena medida, el lastre sobre su economía es anterior: la empresa ya se quejaba por lo bajo el año pasado porque no podía aplicar subas en los combustibles, en un contexto en el que perdía la carrera contra el dólar en los surtidores.
El tema financiero está absolutamente relacionado con el nivel de producción que se podría observar en los próximos meses, si bien hoy la compañía tiene un primer freno en la demanda de combustibles.
En ese contexto de restricciones, volvió a recurrir al mercado interno de divisas. Esta semana logró financiarse por unos 100 millones de dólares.
La compañía informó que concretó con éxito la emisión de una nueva serie dólar link de 93 millones de dólares con un plazo de 18 meses y una tasa de interés de 0%. En tanto, los 7 millones restantes correspondieron a la reapertura de una ON Clase III en pesos con vencimiento en diciembre de este año.
"Este resultado superó las expectativas de la compañía que se había fijado un objetivo de 25 millones de dólares y refleja la confianza en YPF entre los inversores locales", expresó la empresa en una nota a la Bolsa.
En medio de la turbulencia mundial y la negociación de la deuda que sostiene Argentina, el financiamiento dentro del país viene dando respuestas a la petrolera.
Por lo pronto, son dos años de mucha presión sobre los números de una empresa a la que el gobierno nacional le asignó un rol estratégico.