La caída del 11,5% en la cotización que llevó el precio del barril a los US$29,96 tiene contra las cuerdas a las compañías hidrocarburíferas con actividad en el territorio nacional, a tal punto que las está llevando nuevamente a replantear sus números para el desarrollo en exploración y producción (E&P).
La razón, la mayoría de empresas trazaron sus presupuestos con un precio del barril superior a los US$50, pero hoy con una cotización de US$20 menos, a las empresas no les queda más camino que recalcular los nuevos costos de operación tratando de que no sobreagüe su tarea hidrocarburífera.
Esta cotización en el precio internacional llama la atención si se tiene en cuenta que no se registraba desde hace cuatro años (21 de enero de 2016) con un precio similar en cual marcó para la citada fecha de US$29,25 por barril.
PRUDENCIA Y CAUTELA
Para el sector petrolero del país, la caída a US$29,96 por barril (referencia Brent) debe ser tomada con mucha prudencia y cautela, ya que el desarrollo de la operación dependerá de los mismos acontecimientos internacionales (coronavirus y Rusia vs. Arabia Saudita).
“Lo más prudente es aguardar a lo que suceda. No es claro cómo será la evolución de la economía y el mercado petrolero. Y es normal que las empresas estén analizando la situación y algunas considerando revisar su programa de inversión”, señaló Francisco José Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP).
El líder gremial dejó en claro que en la actualidad las petroleras están mejor preparadas para enfrentar la volatilidad de los precios. “Son mucho más eficientes. Han logrado optimizar al máximo sus costos, lo que puede permitir dar un respiro y compás de espera para ver cómo se desenvuelve esta situación”, dijo Lloreda.
Por su parte, el ingeniero Germán Espinosa, presidente de la Cámara de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol) resaltó que esta coyuntura enmarcada en la alta volatilidad de oferta y demanda invita a tener mucha prudencia para hablar del futuro del mercado.
“Si bien el coronavirus y la guerra de precios han llevado el Brent a cerca de los US$30 por barril, aún es muy temprano para asegurar que, en promedio, el precio del año será ese, con todo y sus consecuencias sobre la economía colombiana”, subrayó Espinosa.
El Presidente de Campetrol resaltó que la actividad petrolera en Colombia está sustentada en un sector que se ha fortalecido en los últimos años, se trabajará de la mano del Gobierno y el territorio en las buenas prácticas y procesos más eficientes para mantener y aumentar su actividad.
Para la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleo (Acipet) la coyuntura de precios del petróleo por debajo de los US$30 afecta sensiblemente la actividad, pero resalta que la producción de los campos se podrá mantener en tanto no se requieran operaciones de mantenimiento o reparación compleja que requieran gastos mayores que las hagan anti-económicas.
“Esto es especialmente crítico en campos con condiciones especiales como los de crudo pesados. La ejecución de proyectos de exploración de nuevas áreas seguramente se aplazarán igualmente. Los pilotos de fracking deberían continuar dado que su ejecución se hace con objetivos netamente científicos y de evaluación y no económicos”, afirmó Carlos Leal, presidente de este gremio.
EFICIENCIA Y AUSTERIDAD
Con la caída en el precio del barril, el sector petrolero del país observa con especial atención a la contingencia que desarrolle la petrolera estatal Ecopetrol.
Al indagar con sus voceros sobre las medidas que tomará la firma para hacerle frente a un barril con precio de US$29,96, estos resaltaron que la empresa tiene un “sólido” plan de eficiencias y austeridad.
“La empresa requiere US$30 por barril en promedio para dar utilidades, sin contar con este plan de eficiencias y austeridad. Es decir, la cotización puede bajar más y aún así podremos dar ganancias. Al final lo que cuenta es la media en el precio anual, el cual por ahora está por encima de los US$50 por barril”, explicó un vocero de la petrolera.
Sin embargo, la administración de Ecopetrol trazó un primer paquete de medidas para hacerle frente a esta caída como la de congelar la planta de personal mientras dure la situación actual de precios.
Así mismo, limitó el presupuesto de viajes para garantizar la operación de la empresa. Y se promoverá la utilización de medios y herramientas virtuales para reuniones.
En cuanto a la agenda de capacitaciones, sólo se atenderán las que están en curso y las planeadas que aseguren la productividad de la empresa. En el caso del alquiler de salones, esto solo está autorizado cuando las instalaciones físicas de la empresa no cumplan las condicionas requeridas.
Las adecuaciones y remodelaciones físicas quedan restringidas; así como las suscripciones, membresías, impresos, publicaciones, publicidad, patrocinios y eventos.
Los contratos de prestación de servicios, también quedan restringidos, y los de consultoría, se revisará su factibilidad. Se restringe la aprobación de nuevas solicitudes. Y los de profesionales en misión, se congela la vinculación.
PANORAMA NADA ALENTADOR
Para Camilo Durán, analista de Credicorp Capital, “el escenario a corto plazo no luce alentador, ya que las presiones sobre la economía nacional por cuenta del súbito desplome en los precios del petróleo serán significativas, lo que se suma al ya importante choque externo por la propagación del coronavirus. El Gobierno construyó su plan financiero para el 2020 con un precio de US$60.3 (Brent), 88% por encima del nivel que se observa hoy en el mercado. Así, el efecto para la economía nacional será más fuerte en 2021 si se mantiene esta situación de bajos precios del crudo”.