EL COMERCIO
El lunes por la noche, un spot publicitario oficializó el cambio de la marca de la constructora Graña y Montero. En este, la empresa pedía perdón a los peruanos por “los daños causados, las malas decisiones o los actos ilícitos de ejecutivos que ya no están en la organización”; y precisó que su nombre actual ya no los “representa”.
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