BBC Mundo
Los cactus gigantes sobresalen de las grietas de las rocas y se alzan hacia la inmensidad del cielo azul. Unas asustadizas vicuñas, parientes de la llama, se alejan del tráfico con sus endebles extremidades. Y sobre la cresta de la montaña se ve una vasta y cegadora extensión de algo mágicamente blanco: la cuenca rica en litio de Salinas Grandes y la Laguna de Guayatayoc.
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