Desde Brasil, el empresario que se encuentra detenido aseguró que el expresidente Lula lo presionó para que acepte trabajos poco rentables en Bolivia y que temía los riesgos diplomáticos si se suspendía la obra. El MAS ve un interés político.
EL DEBER

La trama del caso Lava Jato da un nuevo giro a partir de las declaraciones del expresidente de la empresa constructora OAS, Léo Pinheiro, que sostuvo que ante la preocupación de aceptar una obra deficitaria en Bolivia, Luiz Ignacio Lula Da Silva, expresidente de Brasil le aseguró que (Evo) Morales (presidente de Bolivia) estaría dispuesto a “compensar económicamente a la compañía, adjudicando otro contrato en favor de OAS”. Pinheiro, que se encuentra preso por corrupción, dijo que al exmandatario Lula le preocupaban los ‘riesgos diplomáticos’ si se paralizaba la construcción de una carretera entre Potosí y Tarija, en Bolivia.

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