Las empresas que exportan petróleo son las que se verán más beneficiadas con la suba del precio internacional, mientras que las petroleras que no están integradas son las que están más perjudicadas.
LA NACION

En un contexto de frágil relación entre el Gobierno, las provincias y las empresas petroleras, el precio internacional del barril aumentó ocho dólares en los últimos dos días (pasó de US$60,12 a US$68,38 producto del ataque que sufrió Arabia Saudita) y generó aun más presión al precio local en los surtidores. Tras el incremento del Brent se amplió la diferencia con el valor del barril criollo, fijado en US$59 por la Secretaría de Energía tras las PASO. Según estimaciones de mercado, los precios de las naftas están atrasados 40% en relación a su valor real, mientras que para el Gobierno están 25% abajo.

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