Fiat Chrysler alude a razones políticas y retira su oferta ante las reticencias de Francia y de Nissan, pero los retos que animaron la operación continuarán vigentes.
ABC.es

Juntos y, quizás, revueltos. La industria automovilística enfrenta una transición sin precedentes que obligará a reforzar los lazos existentes entre fabricantes y a crear otros nuevos, como sugería la oferta de fusión amistosa que Fiat Chrysler (FCA) había planteado a Renault. El movimiento fue muy bien acogido por los mercados financieros, ya que los expertos creían que ambos podrían encajar sin grandes problemas, aprovechando uno las fortalezas del otro y viceversa.

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