Según la Fundación Tierra, la expansión de tierras cultivadas de forma masiva significará aumentar las actuales tasas de deforestación.
FUENTE: PÁGINA SIETE

La producción de soya transgénica para uso exclusivo de biodiésel no disminuirá la importación de diésel, por el contrario se incrementará por el mayor uso de maquinarias agrícolas, coincidieron en la Fundación Tierra y Productividad Biósfera Medio Ambiente (Probioma). El director de Probioma, Miguel Crespo, explicó que el uso de 10 millones de kilogramos de pesticidas, que requerirá como mínimo esa cantidad de soya adicional, generará un impacto socioambiental, productivo y económico enorme, porque se contaminarán más áreas de suelos y aguas. “La ampliación de la frontera agrícola en 250 mil hectáreas adicionales, no disminuirá la importación de diésel, por el contrario la incrementará porque toda la maquinaria agrícola (sembradoras, fumigadoras, cosechadoras) funciona a diesel y cuando quieran añadir ese 5% del aditivo, no sera relevante”, anticipó.

En criterio de Crespo, el Gobierno debe promover la optimización del uso del diésel cambiando el modelo del agronegocio extractivista, que no beneficia al país en su conjunto porque se sigue importando alimentos y los municipios donde se hace el monocultivo de la soya siguen con bajos niveles de desarrollo humano. El lunes, tras una reunión con representantes de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia y productores de Santa Cruz, el Gobierno autorizó la producción de soya transgénica para uso exclusivo de biodiésel.

El director de la Fundación Tierra, Gonzalo Colque, consideró que las autoridades aceptaron un negocio económicamente “irracional” para los bolivianos, aunque rentable para los agroempresarios. “Producir más soya para biodiésel, significa que aumentará el consumo de diésel importado y subsidiado para operar las maquinarias agrícolas, de modo que el subsidio anual al diésel, que ronda actualmente los 350 millones de dólares, aumentará en lugar de reducirse”, afirmó Colque. Para el representante de Fundación Tierra, las plantaciones contraerán repercusiones económicas, debido a que en la producción de 500 litros de biodiésel por hectárea de tierra, cuyo valor en el mercado nacional no sobrepasa los 300 dólares, el costo será de 350 dólares.

Sobre las repercusiones medioambientales señaló que, la expansión de las tierras cultivadas de forma masiva, significa aumentar las actuales tasas de deforestación y eso hará que el país tenga la mayor deforestación per cápita.

“El problema ambiental recaerá mayormente sobre los cruceños, porque el 70% de la deforestación ocurre en el departamento de Santa Cruz”, anticipó. El Gobierno debe eliminar el subsidio al diésel que se usa en el agronegocio. Actualmente la mitad del carburante que se consume en Bolivia se importa y del total, el 40% es para maquinarias agrícolas y cosecha de monocultivos, principalmente soya, señaló Colque.