FUENTE: EL DÍA
Una persona que ha trabajado una, dos o ya sea tres horas en una semana no puede considerarse una persona ocupada, sino que es subempleada o empleada disfrazada, pero en general sería desempleada, explicó Bruno Rojas, investigador del Centro de Estudio para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), respecto a los resultados del empleo en Bolivia que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el cual señala que Bolivia registra la menor tasa de desempleo de Latinoamérica con un 4,5%, la mayor población desocupada está en los jóvenes con un 9%.
A esto, entendidos en el tema resaltan que la encuesta nacional no refleja la realidad del empleo y desempleo que hay en el país. Observan las debilidades y el problema para obtener dicha información. La encuesta y las preguntas que se realizan. El director del Instituto Nacional de Estadística de Bolivia (INE), Santiago Fajart, indicó la semana pasada que Bolivia registra la menor tasa de desempleo de la región en el área urbana, en la que los demás países están por encima del 6%. Según los datos expuestos a la prensa, las tasas de desempleo más altas registradas en 2017 se produjeron en Brasil con el 11,8%, Colombia con 9,6%, Uruguay 7,6% y Argentina 7,2%. José Alberti, miembro del Colegio de Economistas de Santa Cruz, indicó que es evidente que la gente en Bolivia trabaja unos días y tiene un trabajo precario porque la mayoría está en el mercado informal. “La estadística comparada para este caso es cuestionable porque estamos hablando de comparar países que tienen un mercado laboral formal, versus un país como Bolivia que tiene un mercado informal y aproximadamente por encima del 70% de la informalidad del mercado laboral.
Es decir, más de 7 bolivianos trabajan de manera precaria, unas horas algunos días a la semana. Además, están subempleados en el entendido que no reciben un trabajo digno y bien remunerado”, sostuvo. Por su parte, Rojas, del Cedla, indicó que el INE en los últimos años ha estado difundiendo resultados respecto al desempleo a partir de la encuesta de hogares que viene realizando hace varios años. Esta encuesta de hogares es el principal instrumento para la elaboración de datos específicos respecto al comportamiento del desempleo, pero una debilidad de dicha encuesta es el tamaño de la muestra porque es una muestra pequeña que no permitían las deducciones correspondientes al referirse al desempleo y otros indicadores.
La pregunta con la que el Instituto Nacional de Estadísticas recogía datos era si esa persona trabajó por lo menos una hora en la semana anterior del momento de la consulta, y si la persona dice que por lo menos ha estado trabajando una hora, entonces en la estadística aparece como que está ocupada y si esta persona responde no, aquí recién aparece como desocupada. Entonces aclara que una persona que ha trabajado una, dos o tres horas en una semana no puede considerarse una persona ocupada; sino que es subempleada o empleada disfrazada, pero en general sería desempleada.
El investigador resaltó que este elemento es muy importante respecto a la calidad de información para comparar con otros indicadores y otras tasas de desempleo. Bruno Rojas indica que habría que ver si otros países con los que el INE ha comparado a Bolivia también utilizan un instrumento similar porque la tasa de desempleo urbano como parámetro de comparación con otros países resulta insuficiente ya que la misma organización internacional del trabajo y otras entidades internacionales ha ido planteando como comportamiento necesario la manera de observar el desempleo no solo a nivel general o promedio, sino el comportamiento del desempleo en la población juvenil, femenina, población más pobre o en la gente con mayor formación educativa que son los que están ahora presionando el mercado del trabajo para encontrar una fuente laboral. “La comparación de que Bolivia es un país con menor tasa de desempleo es una verdad endeble, es una verdad que no tiene consistencia dado que si uno mira el reporte del INE veremos fácilmente que el desempleo juvenil bordea el 9%, el desempleo femenino el 5.7%, es evidente que estas dos son tasas de desempleo ya elevadas”, explicó Rojas. Situación en Bolivia y propuestas.
Alberti identificó que la problemática está en la comparación de Bolivia con países de bajo nivel de mercado. “Esto es cuestionable cuando hablamos de comparabilidad, si bien la encuesta está bien, pero en otros países, como Uruguay, se compara con la mayoría de las personas que trabajan en un sector formal, sin embargo, en Bolivia la mayoría de la gente trabaja en un sector informal. Chile tiene una economía altamente formal. Brasil, Argentina, Colombia y Ecuador han avanzado mucho, entonces los países que quedan en la cola con los mercados más informales del Cono Sur son Perú, Paraguay y Bolivia”, sostuvo.
De este modo, el país debe eliminar el subempleo, al igual que la normativa laboral y la rigidez exigente en Bolivia sobre la ley laboral que no permite tener un mercado más flexible ya que este debería promover el empleo, disminuir los costos a las empresas para que las contrataciones sean más eficaces y promover la competitividad entre trabajadores.
¿El modelo económico que ha ido implementando el Gobierno, ha tenido algún impacto en la generación de empleo, pero sobre todo en la mejora de calidad del empleo? Esa es la pregunta que los analistas le hacen al INE, al Ministerio del Trabajo, Ministerio de Planificación, Ministerio de Economía, Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y a todos los que están vinculados al Plan de Desarrollo Económico y Social de la agenda patriótica 2025. “Nosotros sospechamos que el impacto es muy reducido porque la precariedad laboral ha ido incrementándose paulatinamente en el sector informal, se ha incrementado la generación de empleos de menor calificación laboral”, sostuvo Bruno Rojas. INE realiza una encuesta continua desde el 2015 El Instituto Nacional de Estadística lleva adelante la Encuesta Continua de Empleo (ECE) desde el cuarto trimestre de la gestión 2015 a la fecha. Con la información recolectada se calculan indicadores de empleo con periodicidad mensual y trimestral. Uno de los principales indicadores del mercado de trabajo es la medición del desempleo y las características de los desocupados por la edad y nivel educativo.
Características. Para identificar a la población desempleada se utilizan tres criterios que deben ser satisfechos simultáneamente y corresponden a la definición internacional del desempleo:
A) Que durante el periodo de referencia esté desempleado.
B) Que estén disponibles para trabajar
C) que busquen activamente un empleo o trabajo en un período específico.
Hasta el 2015, la estimación de desempleo se obtenía solo con las Encuestas de Hogares (EH) (realizadas el último trimestre de cada año). Sin embargo, para que el dato de desempleo de la ECE y de la EH sea estacionalmente comparable, se toma en cuenta solo el cuarto trimestre de la ECE. No obstante, con la ECE es posible tener una estimación anual considerando todos los trimestres. Para adquirir estos datos, se realizó la encuesta a 17.784 viviendas, 14.700 en el área urbana y 3.084 en rural.



Una persona que ha trabajado una, dos o ya sea tres horas en una semana no puede considerarse una persona ocupada, sino que es subempleada o empleada disfrazada, pero en general sería desempleada, explicó Bruno Rojas, investigador del Centro de Estudio para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla), respecto a los resultados del empleo en Bolivia que dio a conocer el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el cual señala que Bolivia registra la menor tasa de desempleo de Latinoamérica con un 4,5%, la mayor población desocupada está en los jóvenes con un 9%.
A esto, entendidos en el tema resaltan que la encuesta nacional no refleja la realidad del empleo y desempleo que hay en el país. Observan las debilidades y el problema para obtener dicha información. La encuesta y las preguntas que se realizan. El director del Instituto Nacional de Estadística de Bolivia (INE), Santiago Fajart, indicó la semana pasada que Bolivia registra la menor tasa de desempleo de la región en el área urbana, en la que los demás países están por encima del 6%. Según los datos expuestos a la prensa, las tasas de desempleo más altas registradas en 2017 se produjeron en Brasil con el 11,8%, Colombia con 9,6%, Uruguay 7,6% y Argentina 7,2%. José Alberti, miembro del Colegio de Economistas de Santa Cruz, indicó que es evidente que la gente en Bolivia trabaja unos días y tiene un trabajo precario porque la mayoría está en el mercado informal. “La estadística comparada para este caso es cuestionable porque estamos hablando de comparar países que tienen un mercado laboral formal, versus un país como Bolivia que tiene un mercado informal y aproximadamente por encima del 70% de la informalidad del mercado laboral.
Es decir, más de 7 bolivianos trabajan de manera precaria, unas horas algunos días a la semana. Además, están subempleados en el entendido que no reciben un trabajo digno y bien remunerado”, sostuvo. Por su parte, Rojas, del Cedla, indicó que el INE en los últimos años ha estado difundiendo resultados respecto al desempleo a partir de la encuesta de hogares que viene realizando hace varios años. Esta encuesta de hogares es el principal instrumento para la elaboración de datos específicos respecto al comportamiento del desempleo, pero una debilidad de dicha encuesta es el tamaño de la muestra porque es una muestra pequeña que no permitían las deducciones correspondientes al referirse al desempleo y otros indicadores.
La pregunta con la que el Instituto Nacional de Estadísticas recogía datos era si esa persona trabajó por lo menos una hora en la semana anterior del momento de la consulta, y si la persona dice que por lo menos ha estado trabajando una hora, entonces en la estadística aparece como que está ocupada y si esta persona responde no, aquí recién aparece como desocupada. Entonces aclara que una persona que ha trabajado una, dos o tres horas en una semana no puede considerarse una persona ocupada; sino que es subempleada o empleada disfrazada, pero en general sería desempleada.
El investigador resaltó que este elemento es muy importante respecto a la calidad de información para comparar con otros indicadores y otras tasas de desempleo. Bruno Rojas indica que habría que ver si otros países con los que el INE ha comparado a Bolivia también utilizan un instrumento similar porque la tasa de desempleo urbano como parámetro de comparación con otros países resulta insuficiente ya que la misma organización internacional del trabajo y otras entidades internacionales ha ido planteando como comportamiento necesario la manera de observar el desempleo no solo a nivel general o promedio, sino el comportamiento del desempleo en la población juvenil, femenina, población más pobre o en la gente con mayor formación educativa que son los que están ahora presionando el mercado del trabajo para encontrar una fuente laboral. “La comparación de que Bolivia es un país con menor tasa de desempleo es una verdad endeble, es una verdad que no tiene consistencia dado que si uno mira el reporte del INE veremos fácilmente que el desempleo juvenil bordea el 9%, el desempleo femenino el 5.7%, es evidente que estas dos son tasas de desempleo ya elevadas”, explicó Rojas. Situación en Bolivia y propuestas.
Alberti identificó que la problemática está en la comparación de Bolivia con países de bajo nivel de mercado. “Esto es cuestionable cuando hablamos de comparabilidad, si bien la encuesta está bien, pero en otros países, como Uruguay, se compara con la mayoría de las personas que trabajan en un sector formal, sin embargo, en Bolivia la mayoría de la gente trabaja en un sector informal. Chile tiene una economía altamente formal. Brasil, Argentina, Colombia y Ecuador han avanzado mucho, entonces los países que quedan en la cola con los mercados más informales del Cono Sur son Perú, Paraguay y Bolivia”, sostuvo.
De este modo, el país debe eliminar el subempleo, al igual que la normativa laboral y la rigidez exigente en Bolivia sobre la ley laboral que no permite tener un mercado más flexible ya que este debería promover el empleo, disminuir los costos a las empresas para que las contrataciones sean más eficaces y promover la competitividad entre trabajadores.
¿El modelo económico que ha ido implementando el Gobierno, ha tenido algún impacto en la generación de empleo, pero sobre todo en la mejora de calidad del empleo? Esa es la pregunta que los analistas le hacen al INE, al Ministerio del Trabajo, Ministerio de Planificación, Ministerio de Economía, Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y a todos los que están vinculados al Plan de Desarrollo Económico y Social de la agenda patriótica 2025. “Nosotros sospechamos que el impacto es muy reducido porque la precariedad laboral ha ido incrementándose paulatinamente en el sector informal, se ha incrementado la generación de empleos de menor calificación laboral”, sostuvo Bruno Rojas. INE realiza una encuesta continua desde el 2015 El Instituto Nacional de Estadística lleva adelante la Encuesta Continua de Empleo (ECE) desde el cuarto trimestre de la gestión 2015 a la fecha. Con la información recolectada se calculan indicadores de empleo con periodicidad mensual y trimestral. Uno de los principales indicadores del mercado de trabajo es la medición del desempleo y las características de los desocupados por la edad y nivel educativo.
Características. Para identificar a la población desempleada se utilizan tres criterios que deben ser satisfechos simultáneamente y corresponden a la definición internacional del desempleo:
A) Que durante el periodo de referencia esté desempleado.
B) Que estén disponibles para trabajar
C) que busquen activamente un empleo o trabajo en un período específico.
Hasta el 2015, la estimación de desempleo se obtenía solo con las Encuestas de Hogares (EH) (realizadas el último trimestre de cada año). Sin embargo, para que el dato de desempleo de la ECE y de la EH sea estacionalmente comparable, se toma en cuenta solo el cuarto trimestre de la ECE. No obstante, con la ECE es posible tener una estimación anual considerando todos los trimestres. Para adquirir estos datos, se realizó la encuesta a 17.784 viviendas, 14.700 en el área urbana y 3.084 en rural.