Son las 6 de la tarde de un miércoles y Luz Curin, una paramédico de 37 años, está haciendo la compra con su hijo de tres años, que —metido en el carrito de mercado— salta, juega y muerde un dinosaurio de juguete.
BBC Mundo

El niño, de ojos grandes y mirada intimidante, también le da vueltas a un paquete de galletas de chocolate que espera comerse una vez paguen y salgan de este gigante supermercado en San Miguel, un barrio de clase media de Santiago de Chile. En un alargado pasillo lleno de cereales y golosinas, Carin explica que no tiene otra opción que comprar y darle a su hijo esta "comida chatarra".

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