IGUACEL: “ARGENTINA PUEDE CONVERTIRSE EN EXPORTADORA DE ENERGÍA”
Un día de 2014, aburrido en una habitación de hotel en Venezuela a donde había viajado como vicepresidente de la petrolera Pluspetrol, Javier Iguacel dio su primer paso de acercamiento a la política. Desde su computadora móvil buceó la web de la Fundación Pensar –el think tank del PRO–, leyó los programas de Gobierno y decidió hacer una donación con su tarjeta de crédito. No lo sabía entonces, pero esa transacción simple había disparado una carrera política meteórica –la suya– que lo llevaría en el transcurso de cuatro años a ser candidato a intendente en Capitán Sarmiento, administrador general de la Dirección Nacional de Vialidad y, desde el sábado pasado a la noche, ministro de Energía y Minería de la Nación.
–Aranguren hizo una buena gestión, que ha sabido ordenar, y ahora viene el proceso de empezar a recibir frutos y aumentar el volumen de producción.
Evaluó Iguacel, sentado en su despacho de Vialidad, en un diálogo que mantuvo con El Economista pocas horas antes de que el presidente Mauricio Macri lo convocara a formar parte de su gabinete en reemplazo de, justamente, Juan José Aranguren.
Iguacel desarrolló toda su carrera dentro del mundo del petróleo, fundamentalmente en el sector privado. Se recibió como ingeniero en petróleo en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) y poco después lo contrató la empresa en la que soñaba trabajar, por entonces la décima petrolera del mundo: YPF. Lo transfirieron a Malargüe, Mendoza, y allí se mudó con su mujer, a quien conoció en un boliche de Capitán Sarmiento, el pueblo bonaerense de 15.000 habitantes en el que se crió.
En 1999, dos años después de haber entrado, un mail que informaba la venta de la empresa y un programa de Jorge Lanata en el que se explicaba cómo había sido el negocio con la española Repsol lo alentó a renunciar. “Me parecía una pena absoluta que Argentina perdiera ese liderazgo y esa capacidad de mostrar que podía hacer las cosas bien en todo el mundo. Me recalenté, renuncié y le mandé una carta al presidente de la compañía, Roberto Monti, que me mandó un ticket aéreo para conocerme”, recuerda.
Iguacel dejó Malargüe y volvió con su mujer y ahora también con el primero de los tres hijos que tendría con ella a la casa de su abuela en Buenos Aires. Entró en Pluspetrol como gerente de contrataciones petroleras, un puesto que no le gustaba, y estuvo sólo un año porque lo convocaron de la petrolera de Pérez Companc, Pecom, para trabajar como ingeniero en proyectos de desarrollo en los yacimientos de Rincón de los Sauces, en Neuquén. Se quedó tres años hasta que un llamado lo devolvió a Pluspetrol, donde quedó a cargo de un proyecto de exploración en Angola. Durante los cuatro años que vivió en el país africano aprendió sobre conflictos políticos y raciales y profundizó sus lecturas sobre uno de sus referentes, Nelson Mandela. Seguramente mudará a su nuevo despacho en Energía los portarretratos que hasta el viernes decoraban con frases del líder sudafricano los muebles de la oficina principal de Vialidad.
Un proyecto de producción de biodiésel en su pueblo lo alentó a renunciar una vez más a Pluspetrol, pero las trabas que encontró para avanzar –“corrupción, ineficiencia total, clubes adentro del Estado donde estaba orientado quién iba a hacer qué”— lo hicieron volver poco tiempo después. Lo nombraron vicepresidente, a cargo de nuevos negocios y desarrollo.
Un día, un compañero de trabajo le pidió permiso para colaborar con una fundación en su tiempo libre. Era la Fundación Pensar, que por entonces estaba dándole forma a las plataformas electorales de Cambiemos para las elecciones de 2015. Iguacel le dijo que sí y, en un tiempo muerto en un viaje a Venezuela, se puso a buscar en Internet de qué se trataba. A los pocos días de hacer la donación con su tarjeta de crédito, un mensaje de voz de María Eugenia Vidal en su teléfono de Capitán Sarmiento –donde todavía tiene su casa familiar– y un llamado de la referente de Cambiemos del pueblo lo acercaron más al proyecto. Se dispuso a conseguir un buen candidato a intendente, pero como no lo encontró renunció una vez más a Pluspetrol y se postuló él. Perdió por una diferencia de 347 votos contra el dirigente peronista Oscar Ostoich, que dirige los destinos del Capitán Sarmiento desde 1999.
El mismo día de la elección, y cuando ya se sabía de la victoria del caudillo, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, le mandó un mensaje de WhatsApp: “Venite a trabajar conmigo”. El 11 de diciembre de 2015 a las 8 de la mañana, en la Ruta 8 a la altura de Exaltación de la Cruz, Iguacel acompañó a Mauricio Macri en lo que fue su primera actividad como Presidente y prometió que en 2019 los argentinos tendrían la obra de la autovía finalizada
–Acá estamos, luchando para cumplir.
–Como experto en petróleo, ¿cómo evalúa la gestión de Juan José Aranguren al frente del Ministerio de Energía?–le preguntó este diario horas antes de que el Presidente le pidiera hacerse cargo de ese Ministerio.
–Le tocó una tarea muy difícil e ingrata y que quizás sea difícil de entender por la gente, pero que ha ido ordenando para que la Argentina deje de sufrir el déficit en materia de energía. Si Argentina hubiera hecho lo que había que hacer de 2007 en adelanto, cuando se descubre la manera de explotar Vaca Muerta acá, lo que en Estados Unidos ya está funcionando a pleno, hoy podría valer la mitad la energía. Pero ¿por qué no puede? Porque no se hizo toda esa inversión. La desinversión fue fabulosa, monumental y aparte inaudita, porque los recursos se descubrieron, no tenemos el problema de que no están.
–¿Hubo entonces una falla de parte del Gobierno en la forma en que se comunicaron los ajustes?
–Frenar un auto que se va a estrellar a 200 kilómetros por hora parece fácil hasta que apretás el freno. Yo creo que trasmitir eso es difícil, porque en energía nadie se da cuenta. Vos prendés la luz y te parece que es gratis, pero hay que estar a las 4 de la mañana con -18° C en Pampa Palauco perforando. Hay que arriesgar 80, 50, 200 millones de dólares de capital contra por ahí no sacar ni un centavo porque el proyecto no funciona. Es una industria compleja, muy aventurera en el sentido del riesgo y que lleva mucho tiempo reconstruirla.
–¿Esta gestión tiene la oportunidad de reconstruirla?
–La tenemos. Argentina se puede convertir no sólo en un país que se autoabastece sino en exportadora de energía. ¿Qué significa eso? Que también podemos exportar muchos productos que se fabriquen acá con energía más barata. Pero nos va a llevar tiempo. Creo que dentro de las dificultades Aranguren hizo una buena gestión que ha sabido ordenar y orientar y ahora viene el proceso de empezar a recibir frutos y aumentar el volumen de producción, sobre todo de gas. Se hizo muchísimo en energías renovables, eso está poco valorado. Hay una ley de 2005 que dice que el 20% debía ser energías renovables y no se había hecho nada. Y hoy los precios de energía renovables son en promedio la mitad por unidad producida de los últimos firmados por el gobierno anterior de energía térmica. Una cosa de locos. Eso ha sido una gestión extraordinaria. Ha ordenado y los frutos se van a empezar a ver de acá a los próximos dos, tres años, con la explosión de Vaca Muerta
Los números que eyectaron a los ministros Federico Sturzenegger, Juan José Aranguren y Francisco Cabrera.
Tres nuevas bajas se sumaron la semana pasada en el "mejor equipo de los últimos 50 años", tal como definió el presidente Mauricio Macri a los miembros de su gabinete. El mandatario justificó estas últimas salidas en el "desgaste" por la gestión, pero también puede atribuirse a la falta de resultados.
Al comando del Banco Central Federico Sturzenegger nunca alcanzó las metas prevista de inflación que incluso debieron ser corregidas y ni así se cumplieron. Para este año, por ejemplo, la estimación era de entre 12 y 17%, pero los pronósticos indican no solo que superará el 20% sino que podría estar cerca de 27%.
Un relevamiento realizado por el IARAF destaca que tras 30 meses de gestión Sturzenegger deja una inflación acumulada de 95% -con un promedio mensual de 2,25%-, y una devaluación del peso de 175%.
Para intentar contener el dólar, Sturzenegger combinó subas de tasas -de hasta 40%- y venta de divisas en el mercado spot y futuros. La moneda estadounidense, sin embargo, fue inmune a las estrategias del BCRA y se elevó hasta niveles récord en la historia. Solo este año se encareció más de 50%.
En el caso del saliente ministro de Energía, Juan José Aranguren, había llegado a la función pública desde la petrolera Shell con la misión de reducir los subsidios que destinaba el Estado al sector y para ellos aplicar un incremento tarifario a los consumos.
Según un estudio de la Universidad Austral, las tarifas de electricidad aumentaron más de 1.000% desde que asumió Macri y fueron las únicas que recuperaron todo lo perdido frente a la inflación, mientras que las de agua y gas aún tienen terreno por recorrer.
El informe señala que las tarifas de agua potable están aún un 53% por debajo de la inflación acumulada desde 2002 y las de gas, un 37%. Las tarifas de agua registraron ajustes de 560% desde que asumió Macri y las de gas aumentaron 371%, dice el análisis, lo cual las ubica muy por debajo de la variación que experimentó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en la última década.
En el caso de la electricidad, sí se logró superar al IPC con un ajuste de 1.000% que se hizo desde que asumió el gobierno de Cambiemos.
Como contrapartida, hay que decir que Aranguren logró una reducción de los subsidios al gas a un 30% respecto al 80% que tenía al inicio de su gestión. El plan era que en 2019 sea 0%. En cuanto a la electricidad la compensación era en principio de 70% y se estima que para fin de año quede en solo 18%. Lo que globalmente implica que inició su gestión con subsidios del orden del 3% del PBI y los llevó a un 1% del producto. Además, hay que consignar como que consiguió reimpulsar Vaca Muerta con un aumento de la produccción de petróleo.
Asimismo, Francisco Cabrera fue desplazado de la cartera de Producción sin haber mostrado grandes resultados, con sectores industriales que siguen en estado de alerta.
"Estoy seguro de que (NdR: su reemplazante Dante Sica) podrá corregir los errores, encarar lo pendiente y profundizar los aciertos en esta nueva etapa", sostuvo Cabrera tras su desplazamiento.
En tanto que según la consultora FIEL, la industria terminó 2017 con una suba de solo el 1,8%.
Por caso, en las industrias manufactureras se perdieron más de 60.000 empleos producto de la menor producción ante la caída del consumo y la competencia frente a los productos importados.
Las bajas de esta semana se suman a una larga lista de funcionarios que comenzaron con la gestión de Cambiemos y se fueron de manera anticipada y no siempre de la mejor manera. Entre ellos están Alfonso Prat Gay (exministro de Hacienda), Isela Costantini (Aerolíneas Argentinas), Carlos Melconian (Banco Nación), Daniel Chaín(Secretaría de Obras Públicas), Carlos Regazzoni (PAMI) y Susana Malcorra (canciller), entre otros.
Iguacel empieza a reunir y a aprestar a su equipo para renegociar las tarifas
Ayer se presentó en el Ministerio después de la despedida de Aranguren. Se encontró con su antecesor y debe reunirse con los entes reguladores para matizar aumentos
Javier Iguacel se presentó ayer con los colaboradores del ahora ministro de Energía, Juan José Aranguren, y desde hoy comenzará a reunirse con secretarios y subsecretarios para conocer cuál es la herencia dejada por su antecesor y renegociar la política tarifaria, con subas más escalonadas a cambio, probablemente, de mayor tiempo de concesión de campos y servicios. Aunque ayer reinó la incertidumbre en la avenida Paseo Colón 171, Iguacel y Aranguren se reunieron a las 10.30, minutos después de que Juanjo se despidiera de su equipo. Según pudo saber El Cronista, algunos funcionarios ya empezaron a preparar informes para presentarle al nuevo jefe de la cartera y no hubo señales de una sangría mayor. Iguacel dejó una buena impresión en quienes compartieron la despedida de Aranguren, un espacio breve en el que se hizo un racconto de los dos años y medio de gestión, en los que el saliente ministro tuvo que poner la cara por las subas de tarifas. Algunos de los participantes de ese encuentro fueron los secretarios de Coordinación General, Juan Manuel Carassale; de Coordinación de Política Energética, Alejandro Sruoga; y los subsecretarios de Legal, Valeria Mogliani; de Recursos Hidrocarburíferos, Marcos Pourteau; de Energías Renovables, Sebastián Kind; y de Ahorro y Eficiencia Energética, Andrea Heins, entre otros. También estuvo el presidente de la empresa estatal Integración Energética Argentina (Ieasa) y los presidentes de los entes reguladores de la electricidad y el gas, que ocuparon puestos en el ministerio hasta fines del año pasado.
Uno de estos participantes comentó que, por el momento, dejarán discutir al sector privado nuevas condiciones, ante los desafíos que impuso la devaluación. El no traslado a precios por parte de distribuidoras eléctricas y gasíferas amenaza con quebrar los contratos mientras el Gobierno no autorice aumentos tarifarios o desembolse más subsidios. Una de las primeras tareas que tendrá Iguacel al frente de Energía es la designación de un subsecretario de Coordinación Administrativa, que tendrá a cargo la caja del ministerio, el control del personal y áreas de relaciones institucionales. Días atrás renunció a ese cargo Marcelo Blanco, ex Pampa Energía. El año pasado se había ido del mismo puesto Sebastián Scheimberg, en malos términos. Además, Iguacel recibirá a Oscar Natale como nuevo director de Política Tarifaria del Ministerio, uno de los hombres que deberá convencer a las empresas petroleras, gasíferas y eléctricas de que modificar el rumbo tarifario de su antecesor ayudará a la estabilidad del Gobierno, tal como piensan el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. La designación de Natale, antiguo consejero de Mauricio Roitman presidente del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) fue publicada ayer en el Boletín Oficial.