FUENTE: EL MUNDO
En rechazo a la Ley de Empresas Sociales, el incremento salarial y la promesa de un doble aguinaldo, los microempresarios en el país alistan una marcha para el 11 de junio, medida que en principio debió realizarse el 28 de mayo. Juan Carlos Vargas, presidente de la Federación Departamental de la Micro y Pequeña Empresa (Fedemype), indicó que el sector está pasando por un mal momento debido a las medidas del Gobierno y otras problemas, como el ingreso de ropa china y la ropa usada. Vargas aseguró que alrededor de 20.000 microempresarios están siendo golpeados por las medidas del Gobierno.
Haciendo una comparación entre las ventas del primer cuatrimestre y las registradas hasta el 2017, se registra una caída del 50 %.
Los microempresarios señalan que no están en condiciones de cumplir con el incremento salarial de 5,5 % fijado por el Gobierno, por eso apelarán a la conciencia de sus trabajadores para que puedan entenderlos y así conservar sus fuentes laborales. La demanda de una verdadera política de apoyo a las microempresas aún sigue en pie, por ejemplo piden la construcción de una fábrica de telas.
Sobre la Ley de Empresas Sociales, los microempresarios la rechazan porque este sector es más vulnerable debido a que cuenta con menos capital y siempre están propensos a cualquier problema. Por eso creen que deberían apartarlos de la ley.
En rechazo a la Ley de Empresas Sociales, el incremento salarial y la promesa de un doble aguinaldo, los microempresarios en el país alistan una marcha para el 11 de junio, medida que en principio debió realizarse el 28 de mayo. Juan Carlos Vargas, presidente de la Federación Departamental de la Micro y Pequeña Empresa (Fedemype), indicó que el sector está pasando por un mal momento debido a las medidas del Gobierno y otras problemas, como el ingreso de ropa china y la ropa usada. Vargas aseguró que alrededor de 20.000 microempresarios están siendo golpeados por las medidas del Gobierno.
Haciendo una comparación entre las ventas del primer cuatrimestre y las registradas hasta el 2017, se registra una caída del 50 %.
Los microempresarios señalan que no están en condiciones de cumplir con el incremento salarial de 5,5 % fijado por el Gobierno, por eso apelarán a la conciencia de sus trabajadores para que puedan entenderlos y así conservar sus fuentes laborales. La demanda de una verdadera política de apoyo a las microempresas aún sigue en pie, por ejemplo piden la construcción de una fábrica de telas.
Sobre la Ley de Empresas Sociales, los microempresarios la rechazan porque este sector es más vulnerable debido a que cuenta con menos capital y siempre están propensos a cualquier problema. Por eso creen que deberían apartarlos de la ley.