El ministro de Economía, Mario Guillén, desestimó ayer que Argentina decida bajar los volúmenes de gas natural boliviano para paliar la crisis que afecta a ese país.
FUENTE: JORNADA

Admitió que la situación en el vecino país es crítica como consecuencia de "medidas neoliberales en tiempos en que el mundo se está volviendo proteccionista" pero aseguró que "como ocurrió en otros momentos de crisis de países vecinos, por ejemplo el Brasil, no se sentirá impacto". "Lo de la Argentina no debería afectarnos, así como ocurrió cuando la crisis del Brasil, son nuestros principales clientes en el tema del gas, pero ya el año pasado pedía aumentar el volumen de gas, tienen déficit de energía", aseguró Guillén. "Podemos estar tranquilos porque la crisis argentina no tendrá repercusiones en Bolivia", aseguró el ministro Guillén y se mostró confiado en que las condiciones externas "más bien son favorables al país".

Dijo que entre esas condiciones externas favorables está el incremento del precio del petróleo en el mercado internacional "que está ligado al precio del gas y nos favorece". Sobre Argentina, aseguró que "ellos tienen un déficit grande de energía, no creo que esta crisis haga que ellos bajen el consumo, porque la gran cantidad de este gas no va a sus plantas industriales, sino, es para consumo doméstico, entonces aparentemente no debería afectarnos". En una entrevista con medios estatales, Guillén declaró que el Gobierno sigue de cerca la situación económica de la Argentina y aclaró que la dependencia boliviana del mercado externo es cada vez menor.

"Si vemos desde el punto de vista de las variables macroeconómicas, esto no nos va afectar. No nos olvidemos que a la Argentina (como) socio comercial en crisis o Brasil socio comercial en crisis, ya lo hemos tenido en el pasado y eso no ha afectado en nuestro crecimiento", afirmó.

La explotación de hidrocarburos representa el 6,5% del Producto Interno Bruto boliviano y el actual contrato establece que Bolivia debe enviar al menos 20 millones de metros cúbicos diarios de gas natural al mercado argentino, según fuentes oficiales. Guillén refirió que en tiempos del neoliberalismo la consigna era "exportar o morir para lograr desarrollo económico", pero dijo que en la actualidad la fortaleza está en el mercado interno y la inversión pública. Bolivia espera cerrar este año con una tasa de crecimiento económico de al menos 4,7%.

Avances en industrialización De otra parte, sostuvo que Bolivia se propone consolidar este año su liderazgo en el crecimiento económico de Suramérica, lograr mayor eficiencia en las inversiones públicas y avanzar en la industrialización del país. Guillén reconoció que en el mediano plazo hay preocupaciones en la región y el mundo respecto al crecimiento económico y la inversión privada es cautelosa.

Eso fue destacado por expertos en el recién concluido seminario internacional sobre la coyuntura regional efectuado aquí y resaltaron el papel de la inversión pública en nuestro modelo y la potenciación de la demanda interna para el crecimiento económico, afirmó. La crisis mundial no afectó tanto a Bolivia en los últimos años como a otros países, explicó, por el peso de la inversión pública y al apostar al desarrollo del mercado interno a diferencia de los modelos que dependían de la exportación para su desarrollo económico.

La crisis actual en Argentina no debería afectar económicamente a Bolivia, y la exportación de gas a ese país no disminuirá porque la mayor parte va destinada al consumo de la población, finalizó el funcionario.