El Gobierno anterior inclinó la balanza a favor de China. Los contratos de preventa petrolera contienen cláusulas que comprometen, y hasta amenazan, la independencia del manejo económico del país. A cambio, recibió préstamos para cubrir el considerable gasto público de la última década.
Fuente: Expreso‎
   
El 27 de junio de 2011, por orden escrita del expresidente Rafael Correa, Petroecuador y el Ministerio de Finanzas firmaron un convenio de Cuatro Partes con Petrochina y el banco asiático CDB. El texto, que concretó un préstamo de 2.000 millones de dólares y comprometió crudo y derivados de la inexistente Refinería del Pacífico, ordenó la apertura de una cuenta bancaria de Petroecuador en el CDB para realizar los desembolsos.
 
Lo curioso es que el mismo texto permite que el banco haga cobros y retenciones de la cuenta sin previo aviso al Ecuador. Según la cláusula quinta del convenio de cuatro partes, Finanzas y Petroecuador aceptaron las condiciones que permitían que China haga uso de recursos ecuatorianos.
 
Por Ecuador, el subsecretario de Financiamiento del Ministerio de Finanzas, William Vásconez, firmó el documento. El funcionario continúa en el cargo hasta la fecha y maneja la mayoría de las operaciones con China y Tailandia.
 
El poder concedido sin restricciones a China provocó, por ejemplo, que a finales del año pasado se congelen cerca de 1.000 millones de dólares que pertenecían a Ecuador por préstamos del gigante asiático. Las autoridades chinas no estaban conformes con la iniciativa de renegociar las preventas petroleras y por eso decidieron retener los fondos. Ese es “el problema de poner todos los huevos en la misma canasta”, dijo el ministro de Hidrocarburos, Carlos Pérez.
 
Otro ejemplo de la intromisión permitida por el gobierno del expresidente Correa se evidenció en la actual administración. Ecuador no está en capacidad de cumplir todas las preventas y compromisos que contrató la autodenominada revolución ciudadana. Por eso, en agosto de 2017, el equipo del presidente Lenín Moreno propuso reprogramar las entregas de crudo comprometido. China aceptó firmar un acuerdo suplementario del convenio de cuatro partes. Sin embargo, las condiciones fueron elevadas.
 
La cuenta de Petroecuador en el CDB, por decisión de China, tiene un encaje de 130 millones de dólares. Es decir, la empresa pública debe tener al menos ese monto en la cuenta permanentemente. Para aceptar la reprogramación de entrega de crudo, China exigió que ese valor suba a 200 millones de dólares.
 
¿De dónde salieron los nuevos 70 millones de dólares? Según un memorando al que tuvo acceso EXPRESO, y que fue enviado por el mismo subsecretario de Financiamiento, William Vásconez, al ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, ese dinero provino de las arcas fiscales. Impuestos y otros recursos públicos financiaron el pedido del banco asiático y de la petrolera Petrochina.