Una oferta turística hasta ahora poco explotada en Brasil es la única que permite conocer en el mismo viaje y en pocos días los tres mayores y más importantes ecosistemas del país: la Amazonía, el Cerrado (sabana) y el Pantanal. Santa Cruz podría acortar distancias.
FUENTE: LOS TIEMPOS

La posibilidad de acceder en un corto viaje a una diversidad incontable de paisajes, a más de mil aves y a animales como el caimán y el jaguar, la ofrece Mato Grosso, el estado en el oeste de Brasil y fronterizo con Bolivia que se extiende por 903.457 kilómetros cuadrados.

Para llegar hasta esta ciudad desde el exterior, es necesario hacer largas escalas en Sao Paulo o Brasilia, algo que Mato Grosso espera superar cuando la aerolínea brasileña Azul comience a operar la ya autorizada ruta entre Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y Cuiabá, un viaje de poco más de una hora. “Santa Cruz es el punto de partida ideal porque tiene conexiones con Estados Unidos y Europa. Incluso el tiempo de espera de la conexión puede disminuir con respecto a Sao Paulo”, asegura Paulo Okamura, el presidente regional de la Confederación Nacional de Turismo en Mato Grosso.

El reducido flujo turístico en la región, de menos de 500.000 visitantes al año, es atribuido por las autoridades regionales a la escasez de vuelos directos a Cuiabá.